La terapia con plasma convaleciente no es nueva. Su uso está documentado desde hace más de un siglo para el tratamiento de enfermedades infecciosas desde el planteamiento de que inmunizar al enfermo con este componente de la sangre de un donante que ya haya pasado la misma patología puede ayudar a su sistema inmunológico hasta que elabore una respuesta propia. Desde que comenzó la pandemia por covid-19 es una opción que se está explorando y los resultados iniciales de estudios realizados en diferentes países apuntan a que sería un tratamiento efectivo, al menos en las primeras fases de la enfermedad. El Centro de Hemoterapia y Hemodonación de Castilla y León (Chemcyl) participa en varios trabajos que abordan esta posible forma de mejorar el pronóstico de la patología que provoca el coronavirus para lo que desde hace meses solicita la donación de plasma convaleciente. A esta demanda -que sigue vigente en la actualidad- acudieron el año pasado 64 burgaleses: 9 en octubre, 27 en noviembre y 28 en diciembre.
Una de estas investigaciones es un estudio observacional de extracción de plasma para su transfusión a pacientes ingresados a personas que ya han pasado la covid-19 y que, por tanto, tienen una gran cantidad de anticuerpos. «Se está transfundiendo a enfermos que están ingresados, es decir, que tienen una infección un poco más seria de la de aquellos que la pasan sin necesidad de ser hospitalizados pero que no es lo suficientemente complicada como para estar intubados, y lo que se va publicando hasta ahora es que es efectivo en las primeras fases de la enfermedad, ya que cuando está más avanzada y hay tormenta de citoquinas, el plasma complicaría la situación del paciente», explica la hematóloga de Chemcyl Maribel González, que asegura que la verdadera utilidad de esta técnica «se demostrará en el contexto de ensayos clínicos porque ahí los pacientes son más homogéneos y en un futuro se verá si es efectivo o no».
Así, pues, una persona que haya pasado la covid-19 y quiera aportar su granito de arena para testar un procedimiento que puede mejorar a los pacientes graves puede ponerse en contacto con el Chemcyl en cuya web ( https://www.centrodehemoterapiacyl.es/) aparece un formulario para colaborar como donante. Una vez rellenado se le dará cita previa en función de la disponibilidad, como indica González, que asegura que en Burgos es mayor que en otros lugares ya que el Banco de Sangre abre todos los días y en horario de mañana y tarde: «Intentamos dar cita en los huecos que tenemos porque no solo hacemos la extracción de plasma convaleciente sino que también se necesitan plaquetas, plasma normal para transfundir y para enviar a la industria para hacer medicamentos para distintas enfermedades».
FÁRMACO ESPECÍFICO. En este sentido, indicó que el plasma convaleciente que se está obteniendo en Castilla y León tiene como destino, además de ese estudio observacional, la empresa farmacéutica Grifols, que ya ha puesto en marcha varios ensayos orientados a la obtención de una medicación que pueda ayudar contra la covid-19. El plasma de donantes recuperados contiene anticuerpos específicos contra el coronavirus, que son unas proteínas denominadas inmunoglobulinas que pueden ayudar al organismo a combatir la enfermedad: «Hay que obtener un determinado número de litros para poder hacer el fraccionamiento industrial de ese plasma y obtener la gammaglobulina anticoronavirus. Después nos dirán qué hospitales participarán en el estudio y los criterios de los pacientes».
La respuesta de la población a la demanda del Centro de Hemoterapia y Hemodonación de Castilla y León está siendo muy positiva, según explicó la hematóloga, quien afirmó que hay muchos donantes inscritos. Las condiciones que tienen que reunir para poder ser donantes son haber pasado la infección por SARS-CoV-2, tanto sintomática como asintomáticamente, tener entre 18 y 65 años (aunque si se es donante de sangre puede superarse ese tramo de edad) y no tener enfermedades importantes ni criterios excluyentes para la donación de sangre.
El plasma se extrae por aféresis, un tipo de donación que, según explican desde el Chemcyl, mediante un equipo estéril de un solo uso y con una sola punción, separa este componente de la sangre por centrifugación, devolviendo al donante el resto: «Es una técnica segura, sencilla y no ocasiona mayores molestias que las de una donación de sangre convencional».DB
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