Es la arteria urbana por excelencia y lo seguirá siendo por mucho que el bulevar ferroviario presuma de diseño suizo. Miles de personas la cruzan o la recorren a diario. Ejerce de cordón umbilical entre Gamonal y el viejo Burgos. Y tiene enormes posibilidades que nunca han sido aprovechadas. La calle Vitoria ha saltado a la palestra de golpe gracias a una propuesta del PSOE que en el último Pleno municipal sacó del letargo el debate sobre qué se debe hacer en esta vía. El Ayuntamiento de Burgos lo había suprimido de entre sus prioridades para esta legislatura pero tras la iniciativa socialista el propio alcalde Juan Carlos Aparicio reaccionó encargando un estudio para el que habrá que esperar un año.Tardará 12 meses en estar listo y costará a las arcas públicas 25.000 euros, pero a su finalización deberá haber concretado una propuesta que el próximo equipo de Gobierno podrá convertir en realidad como una de las obras ‘estrella’ del mandato 2011-2015.Para ello, el resultado tendrá que tener la suficiente calidad que le permita no quedarse en una mera urbanización con asfalto y baldosa. Que su consecuencia sea una verdadera transformación de la calle más importante de la ciudad, la puerta de Burgos para quien viene del norte. Y antes de lanzarse a hacer propuestas, los autores del estudio tendrán como punto de partida lo elaborado a lo largo de los últimos meses. No tendrán mucho problema de coordinación porque ambos trabajos, tanto el ya realizado como el que ahora comienza, serán llevados a cabo por la consultora Prointec con quien el Consistorio tiene encargada la asistencia técnica.El documento de partida está fechado en el mes de mayo de 2009 y no había sido hecho público hasta que el concejal de Fomento, Javier Lacalle, lo enarboló en la sesión plenaria para demostrar a la oposición que sí habían hecho algo respecto a la calle Vitoria. Se trata de un informe previo de tres páginas y acompañado por planos aunque en él ya se esbozan las intenciones municipales para el tramo que discurre entre la Plaza del Rey (Avenida de Cantabria) y la intesección con Esteban Sáez Alvarado y Juan Ramón Jiménez, a las puertas de las naves industriales de Pentasa.El «aparcamiento ilegal» queda subrayado en el informe como el factor principal para la reducción de la sección útil en la calzada, lo que paralelamente «eleva la conflictividad». Así que cualquier propuesta pasa por reducir el espacio destinado al tráfico rodado y concretamente al vehículo particular. Los coches no serán los protagonistas en la nueva calle Vitoria.De hecho el estudio se inicia con dos propuestas, una de ellas conservando el aparcamiento en superficie, pero en su segunda página ya desecha esta última opción «ya que si bien es una solución a corto plazo más popular no elimina los problemas del transporte público ni contempla el uso de la bicicleta como medio de transporte». Así que la apuesta se centrará en un formato muy similar al del bulevar ferroviario.La calle tiene una anchura variable entre 25 y 30 metros, dependiendo de cada tramo y las aceras tendrán que adaptarse a esta flexibilidad. Pero junto a ellas a lo largo de todo el tramo habrá un carril bici, una plataforma reservada al transporte público y un carril por sentido para los vehículos privados, además de una mediana de separación.Y bajo la sección central, separado de los edificios para evitar problemas a las cimentaciones, se construirían «uno o varios aparcamientos» con hasta tres sótanos de profundidad y con una capacidad que está por definir», explica el concejal de Fomento Javier Lacalle. El propio edil asegura además que no existe un límite presupuestario para el conjunto de la actuación y que este factor dependerá entre otras cosas de estos parkings subterráneos.Lacalle admite, en cualquier caso, que será «una gran obra», quizás la más importante de la próxima legislatura municipal junto con la continuación del bulevar, no solo por su trascendencia sino por su montante económico. Si sirve como referencia, las obras que acaban de arrancar en los primeros dos tramos del antiguo trazado ferroviario trascurren a lo largo de 3 kilómetros, una distancia superior a los más de 2,2 que se cubrirá en la calle Vitoria, y tienen un presupuesto de 20 millones de euros. En el caso de la principal arteria de la ciudad no habrá que pagar el diseño de alta calidad que imponen los arquitectos suizos Herzog&De Meuron en el bulevar, pero la cifra de inversión final no estará muy alejada.En la propuesta inicial queda un vacío en torno a la glorieta de Logroño, donde se ubican una gasolinera, la sede de Telefónica y la Comandancia de la Guardia Civil. La plaza «sería objeto de un tratamiento aparte» que estudie sus posibilidades, tanto desde el punto de vista estético como de la movilidad, altamente condicionada por ser el cruce con la Avenida de la Constitución.Dineros y prioridadesRespecto a las fórmulas de financiación en un momento complejo desde el punto de vista económico tendrá mucho que decir el concejal de Hacienda, Ángel Ibáñez. Él ya conocía algunos de los detalles del estudio en su calidad de edil delegado del barrio de Gamonal y apunta que una de las soluciones podría ser financiar parte de la urbanización superior a cargo de las empresas que construyeran y explotaran el/los aparcamiento/s subterráneo/s.Ibáñez reconoce que «teníamos este proyecto en mente hace meses pero las restricciones presupuestarias nos han obligado a optar por otras prioridades», de forma que la remodelación de la calle Vitoria quedará en manos del próximo Ayuntamiento. Por su parte, Javier Lacalle completa esta reflexión: «Puesto que en este mandato no dará tiempo a ejecutarlo podríamos haber dejado el estudio aparcado, pero hemos decidido dar el primer paso y encauzar el proyecto».Las responsabilidad de las obras correrá a cargo del próximo Ayuntamiento, gobierne quien gobierne. Preguntado por si la oposición podrá hacer aportaciones al proyecto, ya que quizás sus concejales tengan algo que decir al respecto a partir de 2011, el también portavoz del actual equipo de Gobierno asegura que «no hay que esperar a tener el estudio terminado sino que cualquiera que tenga ideas, sea partido político, colectivo vecinal o comercial, estamos abiertos a la participación y recibiremos sus sugerencias». DIARIODEBURGOS.
El plazo para presentar ofertas al procedimiento de negociado del aparcamiento de Lavaderos concluía ayer a las 13 horas. Y fue poco antes cuando la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Excavaciones Saiz, Jopisa, BSA y Seymed llevaron la suya al Ayuntamiento. La noticia fue valorada ayer «muy positivamente» por el concejal de Fomento, Javier Lacalle. Y es que hay que recordar que el anterior concurso quedó desierto, tal y como avanzó este periódico el pasado mes de agosto. El siguiente paso va a ser el análisis por parte de los servicios técnicos de la oferta presentada y, si cumple todos los requisitos, la adjudicación se llevara cabo en enero, como explica el concejal que, se muestra «prudente» al respecto. En el caso de que el proceso saliera adelante, el siguiente paso sería la redacción del proyecto básico y de ejecución. Con ello, el horizonte que baraja el equipo de Gobierno municipal para iniciar las obras sería principios del verano de 2010.
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