Las obras de reparación del adoquinado deteriorado en la calle Francisco Grandmontagne que se iniciaron esta semana están a punto de concluir. En apenas tres días se ha realizado una rápida intervención, encargada desde la Gerencia de Urbanismo, para sustituir un material que ha dado mal resultado, ya que es una zona por la que está permitido el paso de vehículos.
«Al circular el tráfico rodado se producía el movimiento del adoquinado en la zona más cercana a las calles Igualdad y Alejandro Yagüe», explican fuentes municipales, que aclaran que estas baldosas se van a sustituir por una mezcla bituminosa en caliente que imita en el resultado final a los adoquines.Esta actuación no entraba en la garantía de la obra de peatonalización de la calle Francisco Grandmontagne, ya que los pliegos de la licitación recogían que se instalasen adoquines en todo esa área, como efectivamente se hizo. Desde Urbanismo se ha acudido a la misma empresa que ejecutó las obras de peatonalización, que se proyectaron en el mandato anterior, pero que se concluyeron en el actual, durante el mes de diciembre de 2023.
Así, los operarios de RFS se han encargado de ejecutar la intervención en las dos curvas más deterioradas en apenas tres días, tras lo cual se abrirá de nuevo ese espacio al paso de los vehículos. El coste total de la obra ha sido de 16.000 euros, 8.000 euros por cada curva en la que se han retirado los adoquines para instalar un material que se espera que sea más duradero. EL CORREO DE BURGOS
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