Sin causa aparente, una gruesa rama del solitario árbol que se encuentra en los aledaños de la iglesia de Fátima y su colegio parroquial se ha desgajado aparatosamente, afortunadamente sin daños materiales apreciables.
¿La edad? ¿La nostalgia? ¿El abandono? Quizá los árboles son inteligentes y ha querido protestar porque en la programada remodelación del parque Juan XXIII ese pequeño rincón ha quedado fuera del proyecto? ¿O será que quiere dejar paso a ese edificio de usos múltiples que algunos colectivos del barrio quieren que se construya en ese lugar?
¿La edad? ¿La nostalgia? ¿El abandono? Quizá los árboles son inteligentes y ha querido protestar porque en la programada remodelación del parque Juan XXIII ese pequeño rincón ha quedado fuera del proyecto? ¿O será que quiere dejar paso a ese edificio de usos múltiples que algunos colectivos del barrio quieren que se construya en ese lugar?
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