Sexta sesión del juicio por el homicidio en el Bar Deportivo TT y otros delitos
Las forenses dicen que fue agredido fuertemente y que se trató de una muerte violenta, que la arterioesclerosis que sufría solo contribuyó a acelerar, ya que «vivía con ese corazón»
El juicio comenzó el pasado lunes con 4 acusados, 3 de ellos en prisión provisional por esta causa, y terminará mañana.
«Dejar constancia de que se trata de una muerte violenta. Descartamos que se trate de una muerte natural». Estas fueron las primeras palabras de las 2 médicos forenses que firman el informe de la autopsia de Teodoro de Tejedor, que falleció por una arritmia desencadenada por la situación de estrés que le produjo el robo y por la oclusión parcial de los orificios respiratorios. Esto es, con un pánico atroz y sin mucho oxígeno. El hostelero sufría una grave arterioesclerosis -obstrucción de las arterias- y había tenido varios infartos. «Es verdad que tenía una patología pero vivía con ese corazón», afirmaron las médicos para remarcar por otro lado que una persona sana también podría haber perecido «por el miedo vital» de esas circunstancias.Añadieron que Tejedor fue golpeado con «intensidad» cuando aún estaba vivo y que apenas tuvo la posibilidad de defenderse, puesto que en su manos apenas hay heridas y ninguna en los brazos, tampoco restos de ningún tipo en las uñas. No pueden descartar la muerte por asfixia -la más difícil de demostrar en una autopsia- pero creen que con la mordaza podía respirar, aunque con dificultades y recuerdan que en una situación de estrés se tiende a hacerlo por la boca. A preguntas del presidente de la Sala, aventuraron que Tejedor ya estaba muerto cuando los ladrones terminaron de robar y que su situación era evidente por la congestión del rostro. En relación a la otra hostelera agredida, subrayaron la «brutalidad» de los golpes, sobre todo del que le rompió el hueso orbital, una lesión más frecuente en los accidentes de tráfico. Atribuyeron a una crisis de ansiedad el que pensara que se moría «evidentemente, por la angustia», concluyeron.Por videoconferencia, distintos peritos ratificaron las pruebas. Así, explicaron que en el calcetín que introdujeron a Tejedor en la boca había ADN de Ionel P., así como en un pasamontañas que él niega haber usado. Esa prenda es idéntica en estructura y composición del tejido a otro par sustraído de la tienda Discóbolo Sport, robo por el que también se les juzga. De la cinta con la que le amordazaron extrajeron restos biológicos de un desconocido, que no se corresponden con los de los acusados. Finalmente, en la camiseta de Nike intervenida en un registro solo hay ADN de Mariam B., el supuesto cabecilla de la banda, pese a que él declaró que se la ponían todos los ocupantes del piso. fuente:www.diariodeburgos.es
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