Campaña pionera en el Norte de España, basada en aceptar el pago en pesetas en comercios y hostelería.
Se admiten todos los billetes emitidos desde 1941 y las monedas posteriores a 1991 (cuando se realizó el cambio de diseño) y eso ha propiciado que aparezca dinero en formatos que llaman poderosamente la atención.
El billete que más se está manejando en estos primeros días de campaña es el añorado de los 20 duros ilustrado con Manuel de Falla y tintado en un marrón muy propio de la época en la que fue emitido. También abundan los de 200 pesetas ilustrados con Clarín (rojos), los azules de 500 dedicados a Rosalía de Castro (la única mujer que ilustró un billete español en solitario), el mítico ‘talego’ de 1.000 en casi todas sus versiones y los más ‘modernos’ de 2.000, 5.000 y 10.000 pesetas.Precisamente con este último los comerciantes están teniendo que realizar algunas comprobaciones antes de aceptarlo puesto que un periódico de difusión nacional regaló un fac simil bastante parecido al original, pero son distinguibles con la numeración y la marca de agua.
La iniciativa, que se extenderá inicialmente hasta principios de octubre, ha sacado en menos de dos semanas más de 200.000 de las antiguas pesetas a la luz, un comienzo que invita a pensar que «una vez superada la información inicial que piden los clientes, recopilada la moneda antigua que hay en las casas y tras haber traído de los pueblos muchas pesetas que aún se conservan» alcanzará cotas similares a las registradas en ciudades como Cádiz, donde salieron a la luz más de cinco millones de pesetas en una propuesta similar.
Se admiten todos los billetes emitidos desde 1941 y las monedas posteriores a 1991 (cuando se realizó el cambio de diseño) y eso ha propiciado que aparezca dinero en formatos que llaman poderosamente la atención.
El billete que más se está manejando en estos primeros días de campaña es el añorado de los 20 duros ilustrado con Manuel de Falla y tintado en un marrón muy propio de la época en la que fue emitido. También abundan los de 200 pesetas ilustrados con Clarín (rojos), los azules de 500 dedicados a Rosalía de Castro (la única mujer que ilustró un billete español en solitario), el mítico ‘talego’ de 1.000 en casi todas sus versiones y los más ‘modernos’ de 2.000, 5.000 y 10.000 pesetas.Precisamente con este último los comerciantes están teniendo que realizar algunas comprobaciones antes de aceptarlo puesto que un periódico de difusión nacional regaló un fac simil bastante parecido al original, pero son distinguibles con la numeración y la marca de agua.
Para evitar que se introduzcan falsificaciones o colecciones de imitaciones, todos los comercios adheridos a la iniciativa cuentan con una plantilla en la que se reproducen los billetes y las monedas a tamaño real, además de reseñar todas sus características físicas.Aunque pueda parecer curioso que aún haya quien custodia una moneda fuera del curso legal (sólo el Banco de España aún cambia pesetas por euros), lo cierto es que ya están empezando a aparecer por los comercios de Gamonal clientes «con algunas cantidades respetables» en pesetas que van gastando poco a poco. No en vano, el Banco de España calcula que hay 293.000 millones de las antiguas pesetas que aún no han sido cambiados, si bien resulta imposible saber cuántas se quedaron en España.Conforme la ciudad recupere su pulso normal, en el mes de septiembre, Zona G considera que comenzarán a aparecer cantidades más significativas. También cuando se extienda la noticia hasta los núcleos rurales o incluso fuera de la provincia de Burgos. Será a comienzos de otoño cuando se decida si se prorroga la campaña, denominada ‘Vuelven las pesetas’, o no.«caprichos».
Mientras las cajas de los comerciantes de Gamonal continúen admitiendo pesetas, en el poblado distrito burgalés se puede pagar de todo con la vieja moneda. Y de todo es de todo, desde un simple café hasta un mueble de pared. Una vez concluida la campaña, la Asociación recopilará todo el dinero aceptado por los comercios y lo canjeará por euros en alguna sucursal del Banco de España (la más cercana en Burgos es Valladolid), procediendo posteriormente al reparto entre los legítimos propietarios de ese dinero.
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