Está convencido de que la parcela es municipal y el Arzobispado, que quiso venderla para construir un párking, no renuncia a ella
No hay acuerdo y, por tanto, deberá ser un juez el que dictamine la titularidad de la parcela de Juan XXIII que el Arzobispado quiso vender a una empresa privada para la construcción de un aparcamiento subterráneo de 380 plazas y cuyo suelo, desde hace algo más de un mes, el Ayuntamiento también reclama como propio.
La decisión de la Concejalía de Patrimonio de poner el caso en manos de los servicios jurídicos municipales y llevarlo al juzgado se produce después de haber puesto a disposición del Arzobispado toda la documentación que existe en el número 1 de la plaza Mayor y que, según el edil responsable de este área, Eduardo Villanueva, evidencia que ese terreno es propiedad del Consistorio. «No hemos recibido ninguna contestación» de la Iglesia y por eso, y tal y «como ya dijo en su día el vicealcalde, pediremos en un juicio declarativo que se elimine la doble anotación del registro».
Y es que, el origen de la polémica se produce, precisamente, porque en el registro de la propiedad existe una doble inscripción del terreno desde el año 2009. Entonces, el Arzobispado alegó un exceso de cabida en el que se sentía propietario de esta parcela de Fátima. Algo de lo que el Ayuntamiento no ha tenido constancia hasta hace muy poco tiempo.
Prueba de que la ignorancia sobre este asunto era supina (venía de décadas atrás) fue que desde esa fecha no hubo ninguna discusión sobre la propiedad de ese suelo. Es más, en abril de este año, la empresa privada Burgos Gestión de Aparcamientos da una rueda de prensa en el Ayuntamiento en la que anuncia que comprará al Arzobispado la parcela (de 3.000 metros cuadrados) para construir el famoso párking. Desde el equipo de Gobierno, que había cedido las instalaciones municipales para la presentación del proyecto, no sospechaban que ese suelo podría ser suyo hasta que, al mes siguiente, representantes de Izquierda Unida comparecen en rueda de prensa para alertar de que esa parcela, en realidad, es de titularidad municipal.
Entrado el verano, el equipo de Gobierno inicia una investigación que arroja los resultados definitivos a final de septiembre. En ese momento se explica que existe constancia documental de que hace ya unos 30 años se hizo una permuta por la que el Ayuntamiento pasaba a ser el nuevo propietario de la parcela. Como contraprestación, la Iglesia percibía otros dos solares y cuatro millones de pesetas de compensación.
Sin embargo, desde el Arzobispado no lo tienen tan claro y no van a renunciar a esos terrenos así como así. El propio Francisco Gil Hellín declaró en una entrevista reciente realizada a este periódico que «no existe ninguna voluntad de quitar al Ayuntamiento lo que sea del Ayuntamiento». A lo que luego añadió que «lo que queremos es claridad y que cuadren las cosas». Es más, para demostrar que lo que dice el equipo de Gobierno «es inequívoco» sugirió que debería intervenir una tercera persona «que medie para clarificar» de quién es el suelo. Y eso es precisamente lo que ocurrirá cuando el asunto, instado por el Ayuntamiento, llegue a los tribunales.
Más habrá que esperar para saber si la construcción de ese aparcamiento sigue adelante.EL CORREO DE BURGOS.-
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