Razones para una gran apuesta
Los autores del proyecto elegido para la calle Vitoria explican por qué se decidieron por suprimir el tráfico privado, una opción arriesgada de la que están convencidos
Cuando se les pasó por la cabeza sonaba como una locura. ¿Quitar el tráfico privado de la calle Vitoria a la altura de Gamonal, de la columna vertebral de la ciudad? Y sin embargo, a medida que lo iban madurando, que reflexionaban sobre el plano y que imaginaban el futuro se iban dando cuenta de que la idea era potente y podía ser una apuesta.
El estudio MBG de Arquitectura e Ingeniería ha sido el ganador del concurso municipal convocado para diseñar el futuro de la calle Vitoria entre la glorieta de Logroño y la calle Juan Ramón Jiménez y el Plan Director de Gamonal. Y lo ha hecho con una propuesta rompedora, titulada ‘Gamonal-Capiscol Residencial’, que acaba con las peores consecuencias de la herencia de la carretera Nacional I y que da protagonismo al peatón, la bicicleta y el transporte público.
Ignacio Camarero, doctor de la Universidad de Burgos y colaborador del estudio, fue uno de los ‘padres’ de la criatura. Explica que todo empezó «contemplando el barrio de forma global para el Plan Director. Detectamos que había una triple carencia de aparcamiento, de dotaciones deportivas y estanciales, y al mismo tiempo vimos una oportunidad para dejar de ser un barrio-travesía».
Al contrario de lo que ocurría hace solo unos pocos años, la calle Vitoria ha dejado de ser de paso obligado. Con la apertura de la circunvalación exterior ya existe una alternativa para que el tráfico pesado deje de cruzar la ciudad. Y con la ronda interior se abre otro camino, que dentro de un mes quedará consolidado. A finales de marzo está prevista la inauguración del tramo del bulevar del ferrocarril que conecta con Gamonal y Capiscol y se espera que éste sea un nuevo camino, perfecto para la comunicación entre los barrios del norte, la zona sur y el centro histórico.
Partiendo de esta premisa, José Manuel Méndez, otro de los arquitectos que ha trabajado en el proyecto, apunta los pasos seguidos en la reflexión: «Había que programar un cambio, todo cambio implica renunciar y decidimos que, puesto que ya hay alternativas y las va a haber más, suprimir el tráfico privado era lo menos malo».
Por otra parte, y dado que se contempla un gran aparcamiento subterráneo bajo la calle Vitoria que obligará a cortarla durante un tiempo, por qué no aprovechar un problema provisional y convertirlo en una oportunidad definitiva. «Esas obras no van a durar unas semanas sino varios meses, así que pensamos que por qué no hacerla permanente», comenta Méndez.
como en su día el espolón. Superada la fase de sorpresa, empezaron a consolidar el proyecto. «Para comprenderlo es muy importante apuntar que no se puede pensar en la calle Vitoria tal y como la conocemos hoy, sino con mucho menos tráfico», insiste Karim Thabit, ingeniero. «Además, las experiencias de peatonalización casi nunca se echan atrás y acaban triunfando», completa Camarero. La Gran Vía de Bilbao o la Gran Vía de Granada han sido fuentes de inspiración para el equipo redactor, pero también han mirado otros espejos en el ámbito local. «Salvando las distancias, es algo parecido a lo que en su día ocurrió con el Paseo del Espolón; es cerrar al tráfico un eje que parece fundamental y que acaba ganado para el peatón».
El resultado de todo ello es un dibujo en el que, a los lados de la calle, las aceras ganan en anchura, se incorporan pequeñas zonas verdes intercaladas; junto a la acera se habilitan puntos de carga y descarga y a lo largo de ella circula un carril para autobuses y taxis, y el centro de la calzada lo ocupan las bicicletas.
«Colocar el carril bici ahí refleja nuestra pretensión de darle el protagonismo», explica el equipo. «De un elemento que ahora mismo es tangencial en la mayoría de las calles de la ciudad lo convertimos en el elemento articulador». De esta forma, también, se consigue evitar conflicto con los peatones pues va completamente separado de la acera. «Es un elemento que tuvimos muy claro desde el principio», explican los autores.
El calendario marcado por el Ayuntamiento establece que el proyecto definitivo para la calle Vitoria deberá estar finalizado antes de que acabe este año y que en 2013 se sacarían a concurso y arrancarían las obras. En paralelo se irá redactando el Plan Director de Gamonal, que marcará una ‘hoja de ruta’ para el barrio de 8 años y que deberá estar listo este mismo verano.
permeabilidad y aparcamiento. Aunque la calle Vitoria no permitirá la circulación a lo largo, al mismo tiempo dejará de ser una barrera. Eliminando el tráfico los peatones tendrán un lugar más amable, podrán cruzarla por más puntos, y también los vehículos podrán atravesarla en algunos lugares concretos.
Bajo la calle Vitoria podrían ocultarse hasta 1.200 vehículos dependiendo del tamaño del párking que el Ayuntamiento finalmente decida ejecutar, pero además el ‘Gamonal-Capiscol Residencial’ contempla un elemento novedoso. De hecho, los autores del proyecto lo plantean como la primera actuación que debería llevarse a cabo. Se trata de un aparcamiento semienterrado en la calle Severo Ochoa, en las traseras de Las Torres de Gamonal, que complementaría perfectamente las necesidades de estacionamiento del barrio.
«Durante las obras habrá que quitar vehículos, y hasta que estén construidos los subterráneos de la calle Vitoria pensamos que había que encontrarles una ubicación que funcionara como paliativo», aclara José Manuel Méndez. Para ello buscaron suelo disponible en el entorno y detectaron una parcela que ahora está vacía y que es propiedad del Ayuntamiento. «Cronometramos el tiempo que tardábamos caminando desde ahí hasta la calle Vitoria y medimos tres minutos». A 180 segundos, por tanto, puede ejecutarse un aparcamiento abierto de 700 plazas y un sótano añadido, que podría ser en concesión, y con capacidad para otros tantos.
Su concreción, como la del resto de propuestas del proyecto, dependerá del Ayuntamiento, quien ha anunciado que podría introducir cambios o matices a la vista de lo que le dicten los estudios de tráfico que piensa encargar para valorar, sobre todo, el cierre al tráfico privado de la calle Vitoria. «Estamos abiertos a las aportaciones del Consistorio, pero nosotros creemos que la propuesta funciona y precisamente por eso apostamos por ella», dicen en MBG.
el silo y eladio perlado, complementos principales. En paralelo al concepto más llamativo, que es la apuesta por la semipeatonalización de la calle Vitoria, el Plan Director se extiende a otros ámbitos del barrio en un ejercicio de «microcirugía urbana», como gustan de decir los arquitectos. Esos arreglos añadidos se manifiestan sobre todo en la creación de una zona deportiva en el entorno del Silo (con varias canchas multifuncionales, campos de fútbol 7 y fútbol 11 o una pista de entrenamientos de atletismo) y en la avenida Eladio Perlado.
Dado que la calle Vitoria quedaría cortada a la altura de la iglesia de Nuestra Señora la Real y Antigua, Eladio Perlado pasaría a absorber parte del tráfico y habría que darle una vuelta de tuerca. Pero no para que los coches sigan invadiendo el espacio como hasta ahora, sino también, siguiendo la filosofía de la calle Vitoria, para darle más espacio al peatón ensanchando las aceras y creando un carril bici, aunque a diferencia de la arteria principal se mantendría el tráfico privado.
Los autores del proyecto apuntan que Eladio Perlado tiene una anchura más que suficiente, mayor incluso que la calle Vitoria, como para poder actuar en ella y dotarla de una configuración mucho más amable, incluso manteniendo la gran mayoría de los aparcamientos en superficie (legales) de los que dispone en la actualidad
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