Un incendio causa una fuga de gas y destroza un piso en Lavaderos
El butano en contacto con el fuego provocó una pequeña deflagración que provocó quemaduras leves al dueño de la vivienda situada en el número 4 de esta calle de Gamonal
Tras su intervención los bomberos reconocieron que «demasiado poco» había sucedido «para lo que pudo ser». Fuego, gas butano, un calentador de agua, una mezcla que podría haber provocado una auténtica catástrofe en el número 4 de la calle Lavaderos y que por fortuna terminó sin heridos graves, pero con un piso totalmente destrozado. Pasadas las 16 horas de ayer el propietario de la vivienda -situada en el cuarto piso- llamaba a los bomberos después de que se declarara un incendio en su casa y una pequeña deflagración que le provocó quemaduras leves de las que no quiso ser tratado en el hospital.
El fuego se originaba, según las primeras hipótesis, como consecuencia de un cortocircuito eléctrico en la cocina. El calor de las llamas quemó las caperuzas de dos bombonas de butano situadas en la misma habitación, una de ellas conectada a un calentador de agua. La fuga provocó una deflagración de escasa potencia, pero que destrozó todo el mobiliario de esta dependencia.
Los vecinos de esta calle del barrio de Gamonal observaron cómo las llamas salían por la ventana de la cocina al exterior mientras llegaban los bomberos, que movilizaron dos dotaciones, un camión autobomba y el vehículo con escala, además de una furgoneta de apoyo.
Lo primero que había que hacer era apagar las llamas de la cocina y comprobar que el humo no se había extendido a otras casas del bloque. La rapidez en iniciar las labores de ventilación del piso afectado evitaron que hubiera que desalojar el inmueble. Pero al mismo tiempo era necesario sacar cuanto antes las bombonas de butano, con el fin de impedir una segunda explosión, que a buen seguro hubiera sido más violenta. Las sacaron con el camión autoescala y las trasladaron hasta el parque de Bomberos. En el cuerpo señalan que la deflagración fue de carácter débil porque el gas butano es más denso que el aire, lo cual le hizo ocupar la zona baja del piso, mientras las llamas, lógicamente, se elevaban hacia el techo, en busca de oxígeno.
El resto de habitaciones de la vivienda quedaron muy dañadas por el efecto del humo. Además, como consecuencia del calor se reventó una de las tuberías de la cocina y se inundó el piso, razón por la cual los bomberos también tuvieron que achicar agua.
Una perra con seis crías que tenía el dueño en una de las habitaciones sobrevivieron al monóxido de carbono, no así otras dos mascotas -dos conejos de compañía- que murieron en el incendio. Los bomberos estuvieron más de dos horas en el inmueble, hasta garantizar la seguridad.DIARIO DE BURGOS
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