La calle Vitoria puede ser el Espolón de Gamonal, un sitio para presumir»
H. Jiménez / Burgos - lunes, 28 de enero de 2013
‘Gamonalero’ de toda la vida, nacido en el propio barrio y con 52 años de edad, entró en el Consejo representando a la Asociación de Comerciantes ‘Zona G’ y ahora coordina un colectivo que agrupa a 21 entidades distintas, con la consiguiente pluralidad de voces y dificultades para, en ocasiones, alcanzar el consenso. Desde hace unos días se encuentra inmerso en plenas fiestas de Las Candelas, con un programa festivo que se alargará hasta el segundo fin de semana de febrero.
Preside el Consejo de Barrio de la zona más poblada de la ciudad desde septiembre de 2011 y asegura que el mandato, de dos años de duración, se le está pasando muy rápido.
Lleva casi año y medio en el cargo. ¿Cómo valora la experiencia?
Por el momento positiva, pero solo tenemos un tiempo de dos años y apenas da tiempo a hacer cosas. Si a los políticos les resulta cortos 4 años, imagínate a nosotros, prácticamente entre que pensamos, proponemos y decidimos es imposible que ejecute la administración, así que estamos atados de pies y manos.
Tienen entre manos la organización de las fiestas. ¿Cómo lo van a hacer este año, con el recorte presupuestario que les han impuesto y que ha motivado la queja de varios consejos?
Bueno, es cierto que tampoco hay que quejarse y quejarse. Somos representantes del barrio y en su día se llegó a decir incluso que no se hacían las fiestas, pero el barrio se lo merece y nosotros tenemos que coger el toro por los cuernos, tengamos mucho o poco presupuesto respecto al año pasado.
¿Qué ha cambiado desde entonces?
Pues en teoría, y numéricamente, uno 30%. Pero siendo realistas hablamos prácticamente de un 50%. Por ejemplo, si otros años los enganches de luz del mercado medieval o la ocupación del suelo no se nos cobraba, ahora sí. O las entradas que abonaba el Ayuntamiento para repartir. Y es poquito, pero todo suma y son gastos. Menos mal que buscamos colaboración externa para tener financiación por publicidad y poder pagarlo.
¿Se han planteado renunciar a organizar las celebraciones?
Gamonal es Gamonal, y se merece las fiestas aunque tengamos que hacer esfuerzos. Respeto lo que hagan otros, pero este barrio se merece unas fiestas y no podemos dejarlo a la buena de Dios y que lo organice el Ayuntamiento. Porque saldrían perdiendo los vecinos y entraríamos en una guerrilla, entre comillas, absurda.
El anteproyecto del bulevar de Gamonal se acaba de aprobar y se expondrá públicamente en el barrio en febrero. ¿Cuál es la postura oficial del Consejo?
En líneas generales, estamos de acuerdo. Pero por suerte dentro del Consejo hay 21 asociaciones y por tanto hay diversidad de opiniones, hay a quien le gusta más y a quien le gusta menos. Sacar las cosas por consenso absoluto es muy difícil, pero al menos lo hacemos por mayoría. No debemos ser egoístas porque cada uno puede decir una cosa, pero al final hay que ceder en algunos aspectos.
¿Tienen miedo a los problemas de tráfico que puedan derivar de las obras?
Bueno, esto es como cuando haces obras en tu casa. Tienes incomodidades y nunca sabes exactamente cuánto durará, por pequeño que sea lo que vas a hacer. Otra cosa es hasta qué punto estamos dispuestos a asumir las molestias o que los plazos se conviertan en un cachondeo. Si llega el momento nos echaremos las manos a la cabeza, pero si es algo razonable pues lo enteremos.
¿Pedirán que las empresas adjudicatarias tengan un cuidado especial con algo?
Hemos hablado de que, ya que vamos a sufrir esos ‘daños colaterales’, que al menos esa pequeña riqueza que genere la obra pueda traducirse en contratar a gente del barrio para ejecutar los trabajos, y así redunde en beneficio de los vecinos de Burgos.
¿Qué esperan, en definitiva, de esa obra?
Va a ser un cambio radical. Hace 40 años por aquí pasaban camiones con explosivos o sustancias tóxicas y se veía algo normal. Ahora sería impensable. Y el siguiente paso será el bulevar, una transformación súper importante. Y los cambios siempre cuesta asumirlos, pero confiamos en que el bulevar va a ser un revulsivo positivo para todos. La calle Vitoria puede ser el Espolón de Gamonal, una zona de verdadero disfrute y para presumir por parte de quienes vivan en el entorno.
¿Aceptarían la zona azul en el entorno?
Pues no decimos ni que sí ni que no. Eso lo planteó en su día el Ayuntamiento, pero creo que lo hizo con la boca pequeña. Habría mucho que discutir en ese aspecto, y a día de hoy es impensable. Primero tenemos que tener alternativas para aparcar bien. Si hacen el aparcamiento disuasorio de las Torres, el de la calle Vitoria, el que se ha hablado en alguna ocasión en San Bruno o en Lavaderos, pues a partir de ahí podríamos pensarlo. Pero ojo, ¿hasta dónde llevamos esa zona azul? Habrá que darle muchas vueltas de tuerca.
El pueblo antiguo vuelve a estar pendiente del PGOU y de la prolongación de Eladio Perlado. ¿Qué proponen ustedes?
Una cosa es lo que propongamos y otra lo que sea posible. Y ahí hay intereses particulares, y ojo, en ese caso el Consejo tiene que medir muy mucho sus palabras. No podemos decidir sobre la casa de otro. Lo que sí que pedimos es que de una santa vez el Ayuntamiento, la Junta y los vecinos, o sea las partes interesadas, se sienten y encuentren una solución pero ya. Porque da pena verlo. E imagine el contraste entre el futuro bulevar y la situación en la que está el pueblo antiguo.
¿Han avanzado algo en el ARI para la Barriada Inmaculada?
Se apuntó en su día pero no se ha avanzado nada. El Ayuntamiento tendría que ser el que tomara las riendas y supongo que con la situación económica están midiendo los gastos con más cautela que nunca.
¿Qué tal está resistiendo la crisis el comercio del barrio?
Lo vamos tolerando, unos comercios se cierran y otros se abren. Pero es que una gran cantidad de comercios de este barrio son familiares, el dueño es autónomo y tiene que pelear. Aunque deje de ganar dinero no cierra de inmediato, tiene que aguantar y no tiene otra alternativa hasta que la goma se tensa tanto que se rompe.
¿Y el conjunto del barrio, mayoritariamente compuesto de trabajadores?
La gente lo que hace es no mover nada el dinero. Todo el mundo tiene recelo. Y este año queremos aprovechar la fiesta para acordarnos de la gente que igual no está pasando hambre, porque decir eso suena muy fuerte, pero sí necesidades. Y nuestra tradicional paellada será ‘Paellada solidaria’. Nuestro barrio es joven y tenemos que transmitirnos esperanza.
¿Considera pacificado el Consejo, tras las polémicas de los últimos años?
Yo creo que siempre ha estado pacificado, pero como te decía antes, somos mucha gente y es difícil contentar a todo el mundo. Ojo, que es buena la pluralidad, pero por fortuna de momento trabajamos juntos.
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