El bulevar de la calle Vitoria exigirá cambios en el tráfico en una decena de calles
Un estudio de movilidad para Gamonal recomienda cambiar el sentido de algunas calles y modificar las fases semafóricas en las grandes intersecciones de la calle Vitoria
EL CORREO DE BURGOS.
J. MAIQUES / Burgos
La intención del Ayuntamiento de Burgos de transformar el tramo de la calle Vitoria del Gamonal en un bulevar en el que se limite el tráfico privado de vehículos para dar mayor protagonismo al peatón también tendrá su impacto, además de en esta gran arteria, en cerca de una decena de calles del entorno. Así lo refleja el Estudio Parcial de Movilidad encargado por el Consistorio con motivo del Plan Director y en el que se recomienda, en previsión de todos los cambios que se producirán, redimensionar las fases semafóricas en algunas vías e incluso realizar algún que otro cambio de sentido.
Así las cosas, el estudio de arquitectura MBG, que se ha encargado de presentar el estudio al equipo de Gobierno, ha detectado «hasta tres puntos que precisan de una especial atención en cuanto al tráfico y la movilidad» futura del entorno.
En primer lugar, señala que en las intersecciones principales que se encuentran antes y después de la zona de la calle Vitoria que se restringirá al tráfico privado de vehículos (entre Santa Bárbara y Eladio Perlado) se deberán modificar los tiempos de los semáforos para que los discos de luz verde permanezcan luminosos durante más tiempo. Además de porque esas vías tendrán que soportar más tráfico, porque ahora los semáforos están más tiempo en rojo para agilizar el gran flujo de vehículos de la calle Vitoria. Así, el estudio cita como un ejemplo en el que recomiendas cambios el punto de unión con la avenida de la Constitución Española (glorieta de Logroño).
Por otra parte, el estudio prevé «un aumento considerable del flujo de vehículos» en la zona de las calles de Lavaderos, Doña Constanza, Alfonso XI y Fátima. Y de forma más notable, «llegando a producir situaciones más complicadas», en las rotondas de intersección de Severo Ochoa (lugar próximo a donde se creará el aparcamiento disuasorio) con Santa Bárbara y Alfonso XI.
Precisamente en estos lugares, se indica que «se deberán buscar alternativas». Y es por ello por lo que indica que «el cambio de los sentidos de circulación de algunas de las vías puede ser una de las alternativas a valorar».
El tercer punto en el que se hace especial énfasis es «en las intersecciones transversales de las calles San Bruno y Francisco Grandmontagne con la calle Vitoria». Es aquí donde propone «valorar la opción de permitir el uso del vial principal» del bulevar y en caso de no permitirlo, tal y como parece que valora el anteproyecto, «evaluar cómo se impedirá y controlará el acceso» desde estas vías. En otras palabras, advierte del problema y deja las soluciones en manos del Ayuntamiento.
Para poder llegar a todas estas conclusiones, el estudio ha partido de los datos cedidos por la Oficina de Gestión del Tráfico. Una información que ha servido para contrastar las estadísticas actuales de tráfico en la zona con una simulación realizada con un programa informático para prever los cambios una vez que esté terminado el bulevar de la calle Vitoria.
Para ello, la simulación ha buscado prever el comportamiento del tráfico en el momento más conflictivo desde el punto de vista de la movilidad en la calle Vitoria. Para ser exactos, un día entre semana (se ha escogido el jueves) entre las 14.00 y las 15.00 horas.
Del mismo modo, ha analizado todas las variables posibles teniendo en cuenta que por la vía no solo circulan turismos, sino también furgonetas, pequeños camiones, motocicletas, transporte público... Y a partir de ahí, se ha fijado en varios indicadores en los que ha comparado la situación actual con la que arroja la simulación. Por concretar, el flujo de vehículos durante un periodo de tiempo determinado, la velocidad armónica de los mismo, el promedio de lo que se tarda en recorrer un kilómetro dentro de la vía, el número de paradas que se hacen durante el recorrido y el tiempo total que se pierde en ellas... Unos datos que, recopilados todos, han concluido las recomendaciones antes expuestas.
Con todo esto, lo cierto es que el inicio de las obras también aportará datos del comportamiento del tráfico que serán decisivos en los cambios.
La intención del Ayuntamiento de Burgos de transformar el tramo de la calle Vitoria del Gamonal en un bulevar en el que se limite el tráfico privado de vehículos para dar mayor protagonismo al peatón también tendrá su impacto, además de en esta gran arteria, en cerca de una decena de calles del entorno. Así lo refleja el Estudio Parcial de Movilidad encargado por el Consistorio con motivo del Plan Director y en el que se recomienda, en previsión de todos los cambios que se producirán, redimensionar las fases semafóricas en algunas vías e incluso realizar algún que otro cambio de sentido.
Así las cosas, el estudio de arquitectura MBG, que se ha encargado de presentar el estudio al equipo de Gobierno, ha detectado «hasta tres puntos que precisan de una especial atención en cuanto al tráfico y la movilidad» futura del entorno.
En primer lugar, señala que en las intersecciones principales que se encuentran antes y después de la zona de la calle Vitoria que se restringirá al tráfico privado de vehículos (entre Santa Bárbara y Eladio Perlado) se deberán modificar los tiempos de los semáforos para que los discos de luz verde permanezcan luminosos durante más tiempo. Además de porque esas vías tendrán que soportar más tráfico, porque ahora los semáforos están más tiempo en rojo para agilizar el gran flujo de vehículos de la calle Vitoria. Así, el estudio cita como un ejemplo en el que recomiendas cambios el punto de unión con la avenida de la Constitución Española (glorieta de Logroño).
Por otra parte, el estudio prevé «un aumento considerable del flujo de vehículos» en la zona de las calles de Lavaderos, Doña Constanza, Alfonso XI y Fátima. Y de forma más notable, «llegando a producir situaciones más complicadas», en las rotondas de intersección de Severo Ochoa (lugar próximo a donde se creará el aparcamiento disuasorio) con Santa Bárbara y Alfonso XI.
Precisamente en estos lugares, se indica que «se deberán buscar alternativas». Y es por ello por lo que indica que «el cambio de los sentidos de circulación de algunas de las vías puede ser una de las alternativas a valorar».
El tercer punto en el que se hace especial énfasis es «en las intersecciones transversales de las calles San Bruno y Francisco Grandmontagne con la calle Vitoria». Es aquí donde propone «valorar la opción de permitir el uso del vial principal» del bulevar y en caso de no permitirlo, tal y como parece que valora el anteproyecto, «evaluar cómo se impedirá y controlará el acceso» desde estas vías. En otras palabras, advierte del problema y deja las soluciones en manos del Ayuntamiento.
Para poder llegar a todas estas conclusiones, el estudio ha partido de los datos cedidos por la Oficina de Gestión del Tráfico. Una información que ha servido para contrastar las estadísticas actuales de tráfico en la zona con una simulación realizada con un programa informático para prever los cambios una vez que esté terminado el bulevar de la calle Vitoria.
Para ello, la simulación ha buscado prever el comportamiento del tráfico en el momento más conflictivo desde el punto de vista de la movilidad en la calle Vitoria. Para ser exactos, un día entre semana (se ha escogido el jueves) entre las 14.00 y las 15.00 horas.
Del mismo modo, ha analizado todas las variables posibles teniendo en cuenta que por la vía no solo circulan turismos, sino también furgonetas, pequeños camiones, motocicletas, transporte público... Y a partir de ahí, se ha fijado en varios indicadores en los que ha comparado la situación actual con la que arroja la simulación. Por concretar, el flujo de vehículos durante un periodo de tiempo determinado, la velocidad armónica de los mismo, el promedio de lo que se tarda en recorrer un kilómetro dentro de la vía, el número de paradas que se hacen durante el recorrido y el tiempo total que se pierde en ellas... Unos datos que, recopilados todos, han concluido las recomendaciones antes expuestas.
Con todo esto, lo cierto es que el inicio de las obras también aportará datos del comportamiento del tráfico que serán decisivos en los cambios.
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