En esta entrevista reseñamos, parte de la entrevista que se recoge en lo referido al barrio.
¿Por qué se decide ejecutar el bulevar de la calle Vitoria en dos fases, sin concesión y vinculada a la Avenida de Cantabria?
Porque tenemos una visión en sentido amplio, para el global de la ciudad. Cuando decidimos hacer por el sistema de concesión el pabellón multiusos valoramos esta opción. La calle Vitoria tendrá un aparcamiento subterráneo, y este o va con el apoyo de otras obras con cargo a presupuesto o evidentemente no lo construye nadie, como conocimos en el caso de Lavaderos. Es una forma de garantizar que pueda tener más aceptación entre posibles licitadores. La misma fórmula que en su día empleamos en las huertas de La Concepción, que vinculamos a los 20 millones de euros en la obra del bulevar, en la antigua estación.
Tras algún retraso, ¿qué plazos se manejan ahora?
No se ha ido retrasando, si quiere dos o tres meses. Pero en definitiva ahora lo que planteamos es que las obras se licitarán de inmediato, este mismo mes de junio, y comenzarán en la segunda parte de este verano para ejecutarse durante 18 meses. Incluso alguna actuación complementaria como el aparcamiento disuasorio arrancará antes. Y las obras no se ejecutarán todas a la vez sino en distintas fases. Es una inversión que va a generar casi 200 puestos de trabajo, y eso es fundamental para el empleo, aparte de la gran mejora para el entorno.
¿Se mantiene Lavaderos como aparcamiento de rotación?
Sí, eso es lo que hemos acordado con los comerciantes y así será. Tendrá su barrera, similar a como funcionaba en su momento Caballería, pero en pleno corazón de Gamonal, para garantizar un sitio a los que vayamos a comprar allí.
¿Por qué se ha decidido abrir más al tráfico la propuesta ganadora del bulevar de la calle Vitoria, que inicialmente no permitía el tráfico privado?
Bueno, es que ahora se restringe pero no se limita ni se impide. Al adjudicar el proyecto se hace con una serie de determinaciones que podían modificarse en la fase de redacción del proyecto. El tráfico tendrá su restricción natural, porque la propia configuración de la vía evitará que se use como lugar de paso hacia el polígono, por ejemplo. Al final lo utilizarán los vecinos del entorno, pero no quien vaya de paso porque no será cómodo. Así que se cumplirá íntegramente lo que se aprobó en su momento.
Porque tenemos una visión en sentido amplio, para el global de la ciudad. Cuando decidimos hacer por el sistema de concesión el pabellón multiusos valoramos esta opción. La calle Vitoria tendrá un aparcamiento subterráneo, y este o va con el apoyo de otras obras con cargo a presupuesto o evidentemente no lo construye nadie, como conocimos en el caso de Lavaderos. Es una forma de garantizar que pueda tener más aceptación entre posibles licitadores. La misma fórmula que en su día empleamos en las huertas de La Concepción, que vinculamos a los 20 millones de euros en la obra del bulevar, en la antigua estación.
Tras algún retraso, ¿qué plazos se manejan ahora?
No se ha ido retrasando, si quiere dos o tres meses. Pero en definitiva ahora lo que planteamos es que las obras se licitarán de inmediato, este mismo mes de junio, y comenzarán en la segunda parte de este verano para ejecutarse durante 18 meses. Incluso alguna actuación complementaria como el aparcamiento disuasorio arrancará antes. Y las obras no se ejecutarán todas a la vez sino en distintas fases. Es una inversión que va a generar casi 200 puestos de trabajo, y eso es fundamental para el empleo, aparte de la gran mejora para el entorno.
¿Se mantiene Lavaderos como aparcamiento de rotación?
Sí, eso es lo que hemos acordado con los comerciantes y así será. Tendrá su barrera, similar a como funcionaba en su momento Caballería, pero en pleno corazón de Gamonal, para garantizar un sitio a los que vayamos a comprar allí.
¿Por qué se ha decidido abrir más al tráfico la propuesta ganadora del bulevar de la calle Vitoria, que inicialmente no permitía el tráfico privado?
Bueno, es que ahora se restringe pero no se limita ni se impide. Al adjudicar el proyecto se hace con una serie de determinaciones que podían modificarse en la fase de redacción del proyecto. El tráfico tendrá su restricción natural, porque la propia configuración de la vía evitará que se use como lugar de paso hacia el polígono, por ejemplo. Al final lo utilizarán los vecinos del entorno, pero no quien vaya de paso porque no será cómodo. Así que se cumplirá íntegramente lo que se aprobó en su momento.
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