Actividad comercial en Gamonal
Persianas que tardan en levantarse
Al contrario de lo que ocurre en el núcleo comercial de Gamonal, en Juan XXIII cierran más negocios de los que abren • Otros siguen al pie del cañón tras años de experiencia y hay quien se estrena con productos especializados
Las distintas bocacalles de la barriada Juan XXIII que desembocan en la calle Vitoria contabilizan hasta una docena de locales vacíos, muchos de los cuales acumulan ya varios años en esta situación. Los que sobreviven, o han iniciado su actividad recientemente, lo hacen tras varias décadas de experiencia u ofreciendo un producto especializado a una clientela que suele ser del barrio.
Roberto González es un ejemplo de los primeros. Al frente de su joyería Hospital del Reloj desde hace 26 años, ha sido testigo de la evolución del comercio de la zona, con cierres y aperturas constante y con otros casos en los cuesta mucho más volver a ver levantadas las persianas. En los últimos tiempos y desde su mostrador del número 5, ve ‘desaparecer’ tiendas de sectores como el de la informática, mientras que en su establecimiento la crisis se ha dejado notar con descenso de las ventas del 50%. «Ahora trabajo la mitad de lo que lo hacía en 2008», comenta este relojero, que reconoce que tras más de dos décadas de actividad todavía hay quien desconoce la ubicación de su comercio debido a que la calle Vitoria se lleva el mayor tránsito de ciudadanos, sin que lleguen a adentrarse en las calles de la popular barriada.
Casi el mismo tiempo que este empresario lleva Esperanza Alonso al frente de la pescadería del mismo nombre que en su día regentó su madre. Asegura que los primeros años de actividad fueron «buenos» pero que desde hace ocho las cosas están «fatal». Hace referencia a la crisis económica y al hecho de que las casas de esta zona fueron ocupadas en su momento por gente joven que ahora se ha hecho mayor. Todo ello se traduce en un descenso del consumo, que en su caso ha supuesto una merma de las ventas de un 60%. «Ahora ya no hay un día ni un mes bueno», subraya.
Esperanza asegura que la principal actividad comercial de Gamonal se desarrolla en la calle Vitoria, si bien considera que, en su conjunto, se trata de un barrio que tiene «más comercios que habitantes». Admite que la situación anterior a la crisis será difícil de recuperar y pone como ejemplo que antes «se abrían y cerraban muchos más negocios» en la barriada, mientras que ahora permanecen durante más tiempo cerrados.
Persianas bajadas, algunas también por vacaciones, que conviven con otras que se han levantado hace apenas un año y medio. Es el caso de Mercedes Gómez, que ha puesto en marcha Huevos La Granja con un resultado, hasta el momento, satisfactorio. «No me puedo quejar», reconoce.
Vinculada al comercio durante toda su vida, esta empresaria se quedó en paro y decidió abrir esta tienda especializada en el barrio donde nació. «Conocía a la gente y tenía claro que quería este tipo de negocio porque sabía que había mucha demanda», afirma para explicar lo que impulsó su decisión. No obstante, reconoce que hay muchos cierres en la zona y que los locales disponibles tardan en reabrir. Hace quince días bajó la persiana un autoservicio y en el escaparate de una tienda de calzados ya se puede leer el fin de su actividad por jubilación.
La propia asociación de comerciantes, hosteleros y empresas de servicios de Gamonal, Zona G, admite que la actividad en Juan XXIII «lleva parada desde hace años». El gerente de la entidad, Borja García, atribuye esta situación, además de a la crisis, al hecho de que se trate de una zona que está algo más alejada del triángulo comercial que forman las calles Vitoria, Santiago y Eladio Perlado. «Hay locales vacíos que no han vuelto a tener actividad», precisa.db
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