Varias señales informarán del lugar donde se sitúa el párking disuasorio
El Ayuntamiento va a intentarlo todo para que el parking disuasorio sirva para el fin por el que fue concebido y no como pista de patinaje, escuela de pequeños ciclistas o campo deportivo. Con el fin de conseguirlo va a colocar señales que indiquen su ubicación en diversos puntos de Gamonal, sobre todo aquellos de más afluencia de vehículos. De este modo los coches que lleguen al barrio procedentes de otras partes de la capital podrán estacionar allí en lugar de hacerlo en doble fila. La sección de Tráfico del Consistorio ha recogido el guante de los comerciantes de la Zona G, que son quienes plantearon la idea hace unos días.(DB)
¿Dónde se emplazarán esas señales informativas? Ángel Ibáñez, concejal de Tráfico, ya tiene un par de ubicaciones pensadas, «aunque serán los técnicos quienes decidan». Una de ellas debería ir en la confluencia de la avenida Constitución (carretera de Logroño) con la calle Vitoria. Para quienes descienden por esta calle desde el polígono de Gamonal un lugar clave es el cruce con Alfonso XI, que es el que toman muchos vehículos para girar hacia las Torres. En Santa Bárbara, Severo Ochoa y Vicente Aleixandre, también de mucho tráfico, deberían ubicarse algunos carteles.
El edil del PP se plantea también qué nombre conceder a este estacionamiento gratuito, si bien reconoce que, como casi todo el mundo lo conoce ya como el parking disuasorio de las Torres, quizás conserve tal denominación. Sobre las señales que utilizarán el concejal espera poder aprovechar algunas ya fabricadas y que no están en uso -solo habría que grabar la leyenda- «con el fin de no gastar en nuevos hitos».
En la actualidad, en las 600 plazas de que dispone el parking disuasorio aparca una media de 40 vehículos a lo largo del día, con ligeras variaciones dependiendo de la franja horaria, que por la noche a duras penas supera el medio centenar. Siendo generosos no llega ni al 10% de ocupación. Y de hecho una parte del aparcamiento tiene las farolas apagadas durante el horario nocturno porque no existe ningún vehículo al que iluminar.
Ángel Ibáñez se reunió el miércoles con los comerciantes de la zona G con el fin de hablar sobre este asunto y otros derivados del tráfico en el barrio. Así, también estimaron la necesidad de eliminar la línea amarilla de carga y descarga que se pintó en la calle Alfonso XI «con el fin de ganar plazas de aparcamiento». Y es que la restricción de estacionar allí «ya no tiene sentido después de no ejecutar el bulevar y tras la reforma de la calle Constanza», indica el concejal. Además, no hay comercios cercanos.
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