Palabra y obra de juglar
db.
Queridos gamonaleros, hay crisis de amistades, económicas, de valores y otras dificultades y es por eso que el mercado medieval no se va a hacer... No se va a hacer como todos esperaban... Ya está bien de esperar y ahora toca actuar en las calles, en las plazas, puestos y paradas, recuperar tiempos en los que las tradiciones importaban, los hombres trabajaban y las mujeres también;trabajemos, pues, juntos para celebrar estos días que aunque duros y largos, encontraremos con quien pasarlos. Para hacer alegres los días amargos, a partir de hoy, querido Gamonal coman, beban y alegren sus corazones. Conozcan a los artesanos, malabaristas y a los más intrépidos guerreros, nosotros traemos la danza, la música y los comediantes, tomaremos las aves y jugaremos con el fuego y haremos de este mercado, días inolvidables». Así saludaba un enérgico juglar a cuantos ayer se acercaron al pueblo viejo de Gamonal para saborear los aromas y disfrutar de los colares del mercado medieval, con el que se cierran las actividades de las fiestas del barrios, Las Candelas.
El mercado permanecerá también hoy abierto con unos 76 puestos de todo tipo de productos y artilugios, desde las legumbres, los licores, la repostería artesanal, hasta los puestos de cerámica y barro, de joyas y abalorios, de perfumes y jabones, de espadas y arcos. Todo un mundo de aromas, de sabores y de colores para poner fin a los actos organizados con motivos de las fiestas de Las Candelas. Los gamonaleros y otros burgaleses llegados del resto de barrios recorrieron durante toda la jornada los puestos, pero también disfrutaron de un sinfín de actividades, sobre todo a los más pequeños, que al coincidir con las fiestas de Carnaval, salieron disfrazados de sus personajes o héroes favoritos, mezclándose así con los artistas, músicos, juglares y demás personajes contratados para ambientar el mercado. Y es que no faltó de nada en la jornada, desde una misa en latín, en la Real y Antigua, con presencia del vicealcalde, Ángel Ibáñez y el concejal de Festejos, José Antonio Antón, así como las peñas del barrio -que también montaron su bar-, hasta talleres como de esgrima antigua, danza medieval, espectáculo de magia con participación vecinal, combates de caballeros o cuentacuentos. La tarde se dedicó a la cetrería, que siempre despierta la curiosidad de mayores y pequeños, que tuvieron la oportunidad de hacerse fotos con las aves voladoras y se involucraron en el teatro participativo El Teatro de los Templarios, que les llevó a una búsqueda legendaria siguiendo las pistas esparcidas por el mercado.
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