Intervención y las elecciones retrasan el pago de ayudas a las fiestas de los barrios
Los barrios que organizaron sus fiestas en los primeros meses del año se están encontrando con un serio problema. No pueden pagar las orquestas o las actividades que contrataron porque no han recibido la ayuda que les concede en el Ayuntamiento.
El Consejo de Barrio de Gamonal ha sido el primero en alertar de la situación porque varias de las asociaciones que lo integran tienen este problema. Por ejemplo, no se ha podido pagar a los proveedores que se contrataron en las fiestas de Las Candelas, celebradas en febrero. «Tenemos pendiente una subvención de 21.000 euros. Cuando contratamos ya advertimos que no podíamos pagar hasta contar con la ayuda pero ya han pasado cuatro meses», lamentó el presidente del Consejo de Barrio en funciones, Eliseo Delgado.
En la misma situación dentro de este consejo está Juan XXIII, que celebró sus fiestas en mayo y que está pendiente de una ayuda de 6.000 euros, o de la barriada Zurbarán.
También le ocurre una situación parecida a San Julián que las celebró en enero, según aseguró la presidenta del Consejo de Barrio, Raquel Saiz.
El concejal de Cultura y Festejos, Fernando Gómez, lamentó la situación y aseguró que el retraso en el pago se debe a que se ha estado esperando a que Intervención diera el visto bueno a la partida prevista en los presupuestos para este cometido, 165.900 euros.
También ha influido en la demora de la tramitación la convocatoria de elecciones, que impedía firmar a los concejales algunos documentos estando en funciones. A ello se ha unido que, cuando ha llegado el visto bueno de Intervención, el área de Festejos estaba a pleno trabajo con las fiestas. No obstante la situación se desbloqueará la próxima semana y los consejos de barrio podrán empezar a recibir el dinero. «Esta misma semana quedará totalmente tramitado y esperemos que en la siguiente puedan tener ingresada la ayuda», apuntó Gómez.
Una treintena.
Cerca de 30 consejos de barrio y asociaciones vecinales se benefician de esta ayuda municipal cuyo objetivo es promocionar celebraciones tradicionales con muchos años de trayectoria y que sirven para fomentar la convivencia entre los vecinos. De hecho, Burgos es el único ayuntamiento de Castilla y León que financia fiestas en los barrios al margen de las patronales.
El principal problema que se encuentran estas organizaciones es que el alquiler de la carpa, tan necesaria en Burgos por el frío, porque se lleva una gran pellizco de la subvención por las muchas exigencias de seguridad que deben cumplir estas instalaciones. El año pasado algunos barrios decidieron no instalarlas por su elevado coste y la complejidad administrativa que supone el permiso para su colocación.
Todos los barrios deben presentar al Ayuntamiento el proyecto de fiestas y un presupuesto
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