La instalación de mamparas protectoras en los autobuses urbanos no es una idea nueva. Ya se barajó en 2006 tras las agresión de unos jóvenes a uno de estos profesionales pero finalmente se descartó. El Servicio de Movilidad y Transporte Urbano (Samyt) y el comité de empresa retomaron la idea hace meses pero la dejaron aparcada y ahora la rescatan con el objetivo de preservar la salud de este colectivo, integrado por 180 trabajadores, no solo por el problema del coronavirus sino a largo plazo, dado que a los vehículos suben cientos de viajeros al día y por la proximidad con los conductores pueden pegarles un simple catarro.
Paralelamente, no se descarta que se puedan instalar más validadoras para las tarjetas de bonobús en la zona central de los vehículos para agilizar las entradas, especialmente en horas puntas. «Estamos estudiando diferentes alternativas para estar preparados cuando el servicio vuelva al cien por cien», aseguró el concejal responsable del Samyt, Josué Temiño.
En el caso de las mamparas es necesario convocar un concurso para su contratación e instalación en toda la flota integrada por 73 vehículos, de los que 43 son en propiedad (35 a gas, 7 de gasoil y uno híbrido) y 30 de rénting (gasoil). Posteriormente, habría que homologar el sistema y pasar la inspección técnica de vehículos (ITV). El modelo elegido deberá ajustarse a las necesidades de los conductores pero también de los vehículos, dado que no todos son iguales «Queremos que lo que ponga ya no se quite e, incluso, que los nuevos autobuses que se compren ya vengan con ella», aseguró Juan Carlos Rodrigo, presidente del comité de empresa.DIARIO DE BURGOS
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