Mañana domingo concluye la primera semana tras el reinicio de la actividad de industria y construcción.Un RealDecreto obligaba hace tres semanas a que las actividades no esenciales se detuvieran durante los siguientes 15 días, lo que dejó al ralentí a la economía burgalesa.Desde la Asociación de Confederaciones Empresariales de Burgos (FAE) cifraban por aquel entonces el nivel de producción en un 15% sobre la capacidad total, y el parón en los polígonos industriales fue, sin duda, notable. El pasado lunes se permitió a las compañías reanudar sus labores, aunque cumpliendo con unos estándares de seguridad muy estrictos para prevenir el contagio del Covid-19.
Sin embargo, la vuelta, que muchos tomaron como precipitada y otros como agua de mayo para tratar de salvar la mayoría de contratos o pedidos posibles, no se ha traducido en un aumento considerable de la actividad industrial, sino que más bien el ‘reinicio’ ha sido muy modesto. El presidente de FAE, Miguel Ángel Benavente, asegura que en estos momentos apenas el 25 o 30% de las compañías burgalesas operan, y son muchas las que lo hacen en servicios mínimos, con una parte reducida de la plantilla. «Se nota que ha ido subiendo desde el lunes, cuando la gente estaba sin conocimientos reales o criterio par tomar la decisión de abrir o no», indica Benavente. Recuerdan desde la patronal que la automoción es, sin duda, el pilar fundamental de la industria local, y esta aún no ha arrancado tras su parada. Según las estimaciones de los grandes fabricantes, será a partir del 27 de abril cuando muchos reanuden su trabajo, por lo que calcula el presidente de FAE que será a partir de esa fecha -dentro de dos lunes- cuando la economía burgalesa y la actividad pueda repuntar considerablemente. «Posiblemente podríamos alcanzar porcentajes superiores al 50% de la actividad habitual, con casi todas las empresas activas», admite.DIARIO DE BURGOS.-
Comentarios