Militares destinados en el Cuartel General de la División ‘San Marcial’ y del resto de unidades radicadas en Burgos están listos en el caso de que sea necesaria su activación para poner en marcha la operación Zendal. Esta acción se enmarcaría dentro de la campaña de test en miles de domicilios por toda España que anunció el Ministerio de Sanidad el pasado 7 de abril.
El nombre de Zendal hace mención a la enfermera Isabel Zendal, que acompañó al doctor Balmis en la expedición que llevó la vacuna de la viruela a territorios del imperio español en el siglo XIX. Según han publicado diversos medios nacionales, está previsto que 750 militares puedan participar en esta realización de test.
Este periódico ha preguntado al Ministerio de Defensa por el número de efectivos destinados en Burgos participarían en esta operación, aunque se han limitado a señalar que el Ministerio de Sanidad trabaja en diferentes opciones para una posible toma de datos, y «una de ellas es la posible participación de las Fuerzas Armadas».
Pero insisten están mismas fuentes en que «no está en absoluto decidida». Una decisión, remarcan desde Defensa, que «competería al Ministerio de Sanidad». Según fuentes del Ejército, será necesaria una formación adicional para el personal militar que participe, aunque se cuenta a priori con aquellos efectivos que hayan recibido cursillos previos de conocimientos sanitarios y estén más habituados a estas labores que el resto de la tropa y marinería. Además será necesario seleccionar a conductores y vehículos, responsables de comunicaciones y el resto de personal de apoyo a esta labor, que podría solaparseo con la operación Balmis de forma que se aproveche la operativa ya en marcha para acoplar a los dispositivos de vigilancia al personal que pudiera realizar las pruebas.
Sin embargo, todos estos preparativos están supeditados a la generalización de test rápidos y a los planes del Gobierno, según las mismas fuentes, que se remitían a las palabras del jefe del Estado Mayor de la Defensa, el general Miguel Ángel Villarroya, en las que señañaba que aún no estaba decidido que los militares participaran en la toma de test en los domicilios.
En todo caso, sí está claro que si Sanidad decidiera activar este protocolo serían profesionales del Ejército que aunque no fueran sanitarios tendrían una formación sanitaria necesaria para la toma de pruebas en los domicilios. La consejera de Sanidad, Verónica Casado, apuntó ayer que este tipo de pruebas podría llevarse a cabo a partir de las próxima semana. Para la realizacion de estas pruebas, un macroestudio epidemiológico con 60.000 muestras, el Instituto Nacional de Estadística (INE) se ha encargado de realizar un muestreo aleatorio con más de 30.000 hogares en toda España.
Esta operación daría continuidad a la denominada Balmis, en la que efectivos del Ejército realizan labores de desinfección y de patrullaje por toda España. EL CORREO DE BURGOS
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