La Junta
anunciará hoy qué nuevas zonas básicas de salud propondrán para avanzar el
lunes en el proceso de desescalada y, según se avanzó ayer, se han vuelto a
flexibilizar los criterios que avalarán el cambio de fase. La consejera de
Sanidad, Verónica Casado, especificó que cada área tendrá que cumplir una serie
de requisitos epidemiológicos y sanitarios en los que Burgos, tanto provincia
como capital, puede tachar varios porque ya los ha alcanzado:en los últimos
catorce días ha tenido menos de tres nuevos contagios confirmados por prueba
diagnóstica (PCR, las más fiables) por cada 10.000 habitantes y con tendencia a
la baja (la estadística muestra que en los últimos 7 días ha habido un contagio
confirmado por cada 10.000 habitantes); ha demostrado capacidad para hacer más
de dos análisis PCR por cada caso confirmado y también puede aumentar la
cantidad de camas de hospitalización y puestos de UCI, según lo establecido por
el Ministerio de Sanidad.
A
esto se añade que es la provincia con el índice reproductivo del coronavirus
más bajo de toda Castilla y León:0,65. Esto quiere decir que cada infectado del
SARS-CoV-2 contagia a menos de una persona, por lo que el virus no tiene
capacidad de extenderse. Por debajo de uno también están Ávila (0,81) y Soria
(0,97).
Ahora
bien, este no es uno de los criterios fijados por el grupo de expertos de la
región para regular el proceso de recuperación de actividad tras el parón
provocado por la pandemia. Y tampoco hay garantía de que los requisitos que ya
cumple la provincia en su conjunto -y en parte también el municipio- hayan
avalado su inclusión en la propuesta que la Junta remitió ayer por la tarde al
Ministerio de Sanidad; un documento que el departamento que dirige Salvador
Illa tiene que revisar y aprobar en un plazo todavía por concretar (pero
seguramente viernes o sábado). Lo único que está claro es que en ese listado se
ha incluido a las cuatro áreas que se quedaron fuera:Melgar, Huerta de Rey y
los Valles de Valdebezana y de Tobalina.DB
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