ras cerca de tres meses de parón, los centros cívicos de la ciudad abren de nuevo sus puertas para niños y mayores. Ayer arrancaba en estos espacios municipales la programación de verano para niños y adolescentes de entre 3 y 15 años. «Es una suerte poder abrir finalmente para las familias que tienen necesidades de conciliación», comenta la concejal de Servicios Sociales, Sonia Rodríguez. Este año, el Consistorio ha ofrecido para esta programación 6.088 plazas, un 24% menos que en 2019, y finalmente se ha ocupado 3.371 plazas por 1.141 niños, por lo que «los usuarios tendrán actividades durante prácticamente tres semanas cuando en ediciones anteriores se quedaban en una».
Las actividades se desarrollan de 9 a 14 horas, pero además se ofrece un servicio de cuidados a la infancia para que los padres que lo necesiten por motivos laborales puedan dejar a sus hijos en el cívico desde las ocho de la mañana. «Aproximadamente la mitad de los niños hacen uso de este servicio, en concreto un 58% de los usuarios», explica la concejal socialista.
Para Rodríguez era clave poder ofrecer este servicio de nuevo, en especial para «las familias a las que ha afectado el desempleo, en uno o en los dos progenitores, una situación de estrés que requiere más que nunca el alivio psicosocial que permiten nuestros programas». Así, para garantizar la salud de todos los participantes se han adoptado una serie de medidas excepcionales. «Para garantizar el distanciamiento se han reducido las plazas en los grupos de atención, que finalmente se componen de un máximo de 9 plazas las dos primeras semanas y de 12 plazas el resto del verano», comenta la concejal, quien añade que «además los niños de los diferentes grupos no interactuarán entre ellos y serán siempre atendidos por el mismo monitor».
En cuanto a las propias actividades, «se ha dado prioridad a las que se pueden realizar al aire libre, siempre y cuando lo permitan las condiciones climatológicas». Además, antes de acceder al centro cívico, se les toma la temperatura a los niños y adolescentes y los mayores de seis años deberán entrar con mascarilla. «Con el objetivo de mantener la higiene, hemos implementado medidas de limpieza frecuente y programada de manera regular como el lavado de manos o que los propios monitores estén más pendientes de lo que tocan los niños». Los servicios sociales del Ayuntamiento han enviado a las familias «una circular con todas estas medidas para que estén informadas» y las familias, por su parte, «han tenido que firmar una declaración responsable de que sus hijos no han tenido o tienen síntomas compatibles con covid-19.EL CORREO DE BURGOS.
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