Con la mochila al hombro, los pies cansados y la Catedral en el horizonte, el tramo de la calle Vitoria podía resultar para el peregrino un trámite que el cuerpo exige superar cuanto antes. A partir de ahora, en cambio, hay un aliciente que implica una sonrisa con la que afrontar el final de la etapa: un tebeo sin bocadillos -para que se pueda leer en cualquier idioma- con sus viñetas repartidas por los contenedores de basura orgánica -los grises-.
De contenedor en contenedor como en el juego de la Oca se ha empezado a contar la historia de una peregrina aún sin nombre que sale desde su casa para emprender la Ruta Jacobea. Por el camino se adentra en un bosque y después se encuentra con una romera de origen asiático con la que desde entonces compartirá la senda que, como dice Machado, sabemos que no hay que volver a pisar si queremos centrarnos en lo que nos ocupa.
La decoración de estos contenedores que da una bienvenida más acogedora a los peregrinos es una iniciativa de la Asociación de Comerciantes Zona G dentro del proyecto Barrio de Genios, distinguido en 2017 con el Premio Ciudad de Burgos en la categoría Creatividad.
Los artistas que han ideado el tebeo y dejado sus huellas junto a la flecha amarilla son Rachel Merino y Diego Alonso, del colectivo SiO2: «Nos pidieron hacer algo vinculado al Camino de Santiago y teníamos dos opciones: repetir iconos o hacer algo nuestro. Se nos ocurrió crear un cómic para que se pudiera seguir mientras se va caminando. De momento solo hemos hecho tres con esta temática, pero sería muy chulo poder continuar con el resto. Daríamos vida a los personajes e iríamos leyendo también los versos de Antonio Machado del poema Caminante no hay camino, que vamos escribiendo en ellos», resume Merino.
Los artistas concluyeron hace unos días el tercer contenedor y están a la espera de poder continuar. Desde la asociación reconocen su intención de seguir con el proyecto, pero no podrán hacerlo hasta recibir las subvenciones pendientes de Junta y Ayuntamiento. El tramo que abarca el barrio de Gamonal dispone de diez contenedores más sobre los que marcar el paso.
La intervención de SiO2, de todos modos, no se ha reducido solo a estos tres recipientes orgánicos. También han dado vida a Juana I de Castilla en la calle María Amigo y a la Mona Lisa en la calle Santiago. Del primer mural les dimos cuenta hace unas semanas en estas páginas; de la Gioconda les contamos ahora que ha servido para dejar constancia de los tiempos que estamos viviendo, ya que el retrato más famoso de Leonardo da Vinci lleva su enigmática sonrisa impregnada en la mascarilla: «Enfrentarte a la Mona Lisa tiene su drama porque lo han hecho antes que tú infinidad de artistas. Y no es fácil conseguir que sea ella y tenga algo mínimamente tuyo», añaden.
Por último, suyos son también dos contenedores alejados del cómic. Los del numero 158 van acorde al mural de la fachada junto a ellos, que alude a la película de superación Million Dollar Baby.DB
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