Los efectos de la crisis económica ya se dejan notar en las cuentas del Ayuntamiento de Burgos, que ha cerrado el primer semestre del año con una caída en su previsión de ingresos de unos 6 millones de euros. En concreto, el apartado de «derechos reconocidos netos», que indican los recursos que está previsto obtener tras restarles aquellos anulados o cancelados, ha pasado de los 127.676.948,97 euros que reflejaban en 2019 por esta misma fecha hasta los 121.845.859,32.
Los datos se obtienen de la información pública que desde hace unos días figura en la página web del Ayuntamiento de Burgos, una vez actualizado el segundo semestre del año, cuando ya ha sido evidente la influencia de la covid puesto que el estado de alarma comenzó el 14 de marzo.
La previsión de ingresos avalada por los servicios técnicos municipales está fechada el 3 de julio y dibuja cómo las cuentas de la ciudad se van ajustando, pese a que el presupuesto aprobado provisionalmente pocas semanas antes por el PSOE y por Ciudadanos reflejaba un escenario mucho más optimista que tampoco varió en la aprobación definitiva llevada a cabo a mediados de julio.
Además, si nos fijamos en el apartado de los ingresos propiamente dichos, es decir, lo que la administración local ya ha ingresado, la bajada pasaría de los 46,3 hasta los 41,6 millones de euros, con lo que se acerca igualmente a los 5 millones de euros, una cifra no muy diferente de las expectativas certificadas, reales y contrastadas en los derechos reconocidos netos.
Volviendo a ellos, la diferencia respecto a 2019 reside fundamentalmente en una caída notable de los ingresos por impuestos directos, indirectos, tasas y precios públicos. En el primero de los apartados, donde se ubican por ejemplo el IBI o el IAE, se pasa de 72 a 70,6 millones. Lo normal es que el IBI se mantenga igual porque la crisis económica no ha hecho desaparecer las propiedades inmobiliarias, pero probablemente se recaude menos por el Impuesto de Actividades Económicas o por las plusvalías derivadas de las ventas de patrimonio, aunque aumentarán las herencias como consecuencia de los fallecidos por la pandemia. De momento lo ya ingresado ha caído de los 11,4 entre enero y junio de 2019 a los 8,4 en el presente ejercicio, aunque hay que recordar que algunos cobros como los del IBI se han aplazado hasta septiembre.
Entre los impuestos indirectos se halla la cesión porcentual que el Estado aporta del IVA, alcohol, tabaco o gasolina, así como el Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras, y en este caso el montante ha pasado de 5,5 a 3,8 millones.DB
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