Ya suenan los villancicos y las campanillas en el Instituto Municipal de Cultura (IMC), aunque aún quedan más de dos meses para el 25 de diciembre fun, fun, fun. La Navidad, como todo, se presume extraña en estos tiempos, pero el Ayuntamiento se ha empeñado en que también sea mágica, a pesar de las limitaciones de este año que llevarán a cancelar uno de los momentos más ilusionantes como es la cabalgata de los Reyes Magos. Sus majestades no desfilarán por las calles con su séquito para evitar las aglomeraciones, pero sí visitarán la ciudad y recibirán el calor de los niños. ¿De qué manera? Se está trabajando en ello. Opciones hay. Ayer se llevaron al consejo y se abrieron a las propuestas del resto de partidos políticos.
«Todos han sido muy receptivos e incluso han aportado ideas que ahora tienen que evaluarse», señala la presidenta del IMC, Nuria Barrio, quien insiste en que todo se llevará a cabo siempre que cuente con el informe favorable de los servicios de seguridad.Garantizar la protección de todos y, al mismo tiempo, llegar al mayor número posible de gente son las premisas. A partir de ahí se está estudiando la habilitación de espacios y fórmulas para que los niños puedan vivir la ilusión de tener cerca a Melchor, Gaspar y Baltasar. Lo que sí parece seguro es que se alargará la presencia de los emisarios reales en la ciudad, con ampliación de horarios y de espacios (a la Casa de Cultura de Gamonal y al Teatro Principal se uniría el Clunia) ya que las restricciones obligan a reducir el número de niños en cada pase.
Pero sus majestades de Oriente son el último coletazo de la Navidad. El IMC quiere que el espíritu se mantenga desde el minuto uno. El abanico de propuestas, según avanza la edil de Cultura, pasa por la iluminación de fachadas de edificios emblemáticos; actuaciones callejeras sorpresa, sin anuncio previo, para impedir que haya aglomeraciones (propuesta de Podemos, que también plantea que las animaciones que acompañan la cabalgata se repartan por los barrios); programación escénica y musical en las salas culturales...
«Queremos que la ciudad sienta la Navidad, aunque tenga limitaciones», concluye Barrio y observa que, por lo vivido ayer en el consejo, es un sentimiento que comparte el resto de grupos municipales. DB
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