La ciudad se prepara para cerrar a partir del próximo martes todas sus instalaciones deportivas, culturales y de ocio con el fin de evitar cualquier tipo de aforo de personas y hacer frente a la grave situación sanitaria que padece el municipio, que supera los 1.700 casos de la covid-19 por cada 100.000 habitantes. Se volvería así a una situación semejante al estado de alarma, aunque toda la actividad educativa, incluidas las escuelas infantiles, y la económica seguirán en marcha y con las limitaciones vigentes hasta la fecha, como el cierre de la hostelería.
Las nuevas medidas, para las que el Ayuntamiento ha solicitado permiso a la Junta de Castilla y León, se aplicarán por un periodo de entre 7 o 14 días como máximo, dependiendo de cómo evolucionen los contagios en los próximos días y de la ocupación que presente el Hospital Universitario de Burgos.
Las propuestas se ultimaron en una reunión mantenida a lo largo del día ayer por los integrantes del equipo de gobierno municipal y se plasmaron en una carta enviada por el alcalde, Daniel de la Rosa, a Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta de Castilla y León, administración competente para autorizarlas, previsiblemente a partir del próximo martes.DB
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