La hostelería burgalesa ha vuelto a salir a la calle para pedir auxilio. Cientos de personas (alrededor de un millar, según los organizadores) han bajado este mediodía por la calle Vitoria desde Gamonal y hasta la Plaza Mayor, donde una representación de los empresarios del sector ha entregado un manifiesto con sus reivindicaciones al alcalde, Daniel de la Rosa.
Como ya sucediera el pasado 30 de octubre, cuando trabajadores y propietarios se concentraron frente a la Delegación Territorial de la Junta, en la glorieta Bilbao, para protestar contra el toque de queda a las 22.00 horas, el sector hostelero, uno de los más afectados por las restricciones para prevenir la covid-19, ha reivindicado ayudas tras el cierre de bares y restaurantes, en vigor desde el pasado 6 de noviembre. Tras una pancarta en la que se podía leer 'No somos culpables, somos víctimas', los manifestantes han protestado por una situación que ven "insostenible" y que provocará el cierre de más establecimientos, así como la pérdida de numerosos empleos del propio sector y de los que se ven perjudicados por estas medidas sin una solución por parte de la administración que palíe su falta de ingresos.
La Federación de Comercio de Burgos ha mostrado su apoyo a esta manifestación, convocada por la Federación Provincial de Hostelería y que ha arrancado pasadas las 11 de la mañana desde la iglesia La Real y Antigua de Gamonal. Los comerciantes apoyan la protesta contra una medidas que "adolecen de falta de coordinación" con los sectores afectados y que "están provocando la destrucción del tejido empresarial de Burgos".
Este apoyo de la FEC también se extiende a la situación que atraviesan los gimnasios y centros deportivos, igualmente cerrados pese a las medidas de seguridad adoptadas para el ejercicio de su actividad.
La Federación Provincial de Hostelería insiste en exigir un plan de choque específico que incluya ayudas directas al empresariado.DB
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