Tal y como anunció la semana pasada la Consejera de Educación, Rocío Lucas, los primeros medidores de C02 para controlar la calidad del aire ya están en algunos centros burgaleses, aunque de manera testimonial (han recibido solo uno), si bien su reparto se irá incrementando en próximas fechas y extendiéndose al resto de instalaciones escolares hasta que puedan contar con uno por clase. De hecho y según fuentes de la Junta, el número de dispositivos que llegaron entre el jueves y el viernes asciende a un total de 487.
En este avance, han sido al menos 48 los colegios e institutos, la mayoría de la capital (34), los que han podido recoger estos dispositivos para comprobar su funcionamiento, según una comunicación remitida por la Dirección Provincial de Educación a instancias del departamento regional, en la que les incluye dentro de un listado centros «pilotos» para esta primera remesa. Entre ellos se encuentra el instituto Pintor Luis Sáez, que ya ha realizado las primeras pruebas en las aulas. Su director, José Antonio Virumbrales, destaca el «sencillo» manejo del detector, que indica la temperatura, la humedad y el nivel de dióxido de carbono, cuyos valores van acompañados por luces verdes, amarillas y rojas dependiendo de la calidad del aire. La adecuada se sitúa entre los 500 y los 700 ppm (partes por millón), de tal forma que «es necesario ventilar antes de llegar a ese parámetro».
Virumbrales desconoce cuándo llegarán el resto de dispositivos, aunque recibirá un aviso a tal efecto de la Dirección Provincial. Valora positivamente todas las medidas que se apliquen que partan de «criterios objetivos», si bien considera que la opción más adecuada «sigue siendo la de tener las ventanas abiertas». En este sentido, cree que los filtros de purificación del aire resultarían más «eficaces» para paliar el frío cuando las condiciones meteorológicas sean adversas.
La directora del colegio Río Arlanzón, Nuria Camarena, ve «acertada» la decisión de la Junta. «Todas las acciones que se tomen para mejorar la seguridad y el confort en las aulas son bienvenidas», subraya, no sin antes seguir apelando a la «responsabilidad» de las familias en el cumplimiento de las medidas. La Consejería asegura que con estos dispositivos se podrá mejorar la ventilación y ajustarse la temperatura de los espacios docentes, pudiendo cerrar las ventanas cuando la mediciones lo permitan.
Los sindicatos, por su parte, aplauden que los medidores ya estén en algunos centros porque supone «un paso» en sus reivindicaciones, si bien subrayan que «llegan tarde». En este sentido, instan a Educación a que se suministren «cuanto antes» a todas las instalaciones en cantidad suficiente para que se pueda cumplir que haya uno por aula. En el conjunto de la región se distribuirán 16.239 dispositivos. La estimación para Burgos es que se repartan en torno a 3.000.DB
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