De «chapuza» califican ciclistas y peatones las soluciones planteadas por el Ayuntamiento de Burgos en las calles Doctor Fleming y Camino Casa la Vega para ampliar la deficiente red de vías ciclistas de la ciudad. Se ha optado por la fórmula de la acera bici, que supone quitar espacio a los peatones para dárselo a los ciclistas, dotándoles de una preferencia de paso que no tienen en las aceras, pero que tampoco quieren. La calzada, aseguran, es el lugar idóneo para las bicicletas, pero en carriles diseñados específicamente para ellas y con medidas de protección.
Las asociaciones Burgos con Bici y Andando Burgos hacía tiempo que venían alertando del error que se iba a cometer, pero la catástrofe no se ha podido evitar. «Han generado un problema donde no lo había», insisten peatones y ciclistas, forzándoles a un nuevo enfrentamiento por decisiones políticas y técnicas inadecuadas. Y es que no todo vale para ampliar la red ciclista de la ciudad, y ambas asociaciones demandan un plan sobre la movilidad en Burgos, que marque objetivos, diseñe estrategias y establezca prioridades y, a partir de ahí, acometer las obras que sean necesarias.En Doctor Fleming, se ha pintado una acera bici con intención de conectar la Plaza de España con el Bulevar. En algún tramo se ha hecho un carril bici sobre calzada (al final de Doctor Fleming, por ejemplo), pero el resto va directamente pintado en acera. Se ha reducido el espacio del peatón, la acera bici es más estrecha de lo que debería y el ciclista tiene que circular por zona peatonal, donde no debería tener ninguna preferencia. De hecho, la nueva Ordenanza de Movilidad así lo establece y, sin embargo, las aceras bici recién pintadas contravienen esta prohibición.La acera bici solo es una solución recomendable en sitios muy puntuales, muy justificado, pero no como solución general en un itinerario completo», explica Félix Martínez. Y en Doctor Fleming los despropósitos son numerosos. La acera bici genera cruces peligrosos con peatones, no tiene en cuenta las bandas direccionales para las personas invidentes en los pasos de peatones (poniéndolas en riesgo), produce importantes estrechamientos de acera en zonas con mucho tránsito de personas y llega a obligar al ciclista a hacer giros imposibles y meterse en calles en sentido contrario.
La intervención que se acaba de acometer es un proyecto de 2018, al que ya se habían opuesto peatones y ciclistas, pero que ahora es «incompatible con la Ordenanza de Movilidad, que prohíbe circular por la acera» (y además va en contra de las tendencias de movilidad sostenible). Martínez insiste en que el lugar de las bicicletas es la calzada y, en aquellos tramos en los que no sea posible, se puede establecer una fórmula de convivencia con el peatón, pero sin que este pierda la prioridad de paso que le corresponde.«Una cosa es que reconozcas que el itinerario es de interés», explica, y que se señalice como espacio compartido, y otra muy distinta es que se pinte una acera bici, porque entonces los ciclistas lo verán como espacio de paso prioritario. «Ya vamos tarde para contar con una red ciclista en Burgos», pero en el «empeño por cerrar la malla» buscan cualquier solución, se lamenta el portavoz de Andando Burgos. «Se puede hacer por calzada donde no se pueda hacer un carril bici, pero no mediante aceras bici», insiste Martínez.
La opinión de Andando Burgos no difiere mucho de la opinión de Burgos con Bici, que lamenta que en la ciudad los proyectos de vías ciclistas se acometan siempre como si fueran un mero compromiso, sin una apuesta real por la movilidad sostenible. «Hay un problema de falta de planificación integral y uso de la bici», explica Pedro Mediavilla. Y, a veces, de falta de coordinación entre las áreas municipales, así se dan chapuzas como la de Doctor Fleming, que contrastan con la solución adecuada del carril bici diseñado en el lateral de El Plantío.
Mediavilla insiste en que «lo que no es bueno para el peatón es malo también para el ciclista». Y las aceras bici no son una buena idea. Cualquier estrachamiento de la acera es «inadmisible», además de que genera una vía ciclista sin seguridad. Y Mediavilla está pensando, no solo en Doctor Fleming, sino también en el tramo de acera bici que se ha pintado en Reyes Católicos esquina con la Avenida de la Paz. «Ha generado dos problemas», apunta, donde no había ninguno, y existiendo alternativas, pues ese tramo que pretende conectar el carril bici de la Avenida de la Paz con el futuro carril bici de Reyes Católicos se podía haber planteado por la calzada. Espacio hay suficiente, con tres carriles de entrada a la Plaza de España y una isleta que se podía haber reconfigurado.«El espacio urbano no se inventa», señala Mediavilla, pero sí que se puede redistribuir, apunta Martínez, y como ejemplos están los dos tramos de carril bici en calzada que se han realizado en Doctor Fleming y la Avenida de la Paz, o el diseño del lateral de El Plantío. «Los coches cautivaron a la ciudad e hipotecaron el espacio», insiste Mediavilla. Ahora, toca redefinirlo, reduciendo la presencia del vehículo, en favor de otras formas de movilidad más sostenibles, que deben de convivir sin expulsarse unas otras, matiza Martínez.
Para Burgos con Bici, el modelo de las vías ciclistas debe ser el carril bici en calzada, pero con protecciones. No valen ciclocalles o ciclocarriles, pues la mayoría de los ciclistas no se atreve a ir por la calzada por mucho que la velocidad máxima sea 30 km/h. Y esperan que tanto el proyecto de Reyes Católicos, como el futuro de la Calle Vitoria, se diseñen bajo esta premisa. En esta última hay espacio suficiente para habilitar un carril bici de dos metros y medio, con las protecciones oportunas, aunque se requiere de reordenar servicios como las paradas de bus o los contendores.
Camino Casa la Vega
La situación de Doctor Fleming no es la única. En Burgos hay otras aceras bici, que se diseñaron años atrás, como las de los paseos Sierra de Atapuerca o El Espolón. Y alguna más reciente, la que se acaba de pintar en Camino Casa la Vega, como parte del proyecto del carril bici hasta la Avenida Islas Canarias. Allí, la vía ciclista va íntegramente por acera, pasando incluso muy cerca de una serie de portales y estrechando la acera en el puente sobre el río. «Aunque la acera sea muy ancha (que en este caso no es así), no le corresponde soportar otro elemento más», lamenta Félix Martínez.Desde Andando Burgos rechazan ambos proyectos, en Doctor Fleming y en Camino Casa la Vega, pues «estamos dando preferencia a la bici a costa de los espacios peatonales». Históricamente, el peatón acabó en las aceras porque los vehículos le expulsaron de la calzada. Ahora, el vehículo ocupa el 70% del espacio público de la ciudad, un 44% de zona de aparcamiento. Toca cambiar de filosofía, apostar por un calmado del tráfico, reducir la presencia de vehículos en y favorecer otras formas de movilidad más sostenibles, pero sin seguir restando espacio al peatón, asegura Martínez.BURGOS CONECTA-
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