Los agentes municipales también dirán adiós al papel. Dentro del proceso de modernización digital en el que se encuentran sumidas todas las administraciones, el Ayuntamiento de Burgos tiene previsto adquirir en los próximos meses una remesa de varias decenas de teléfonos móviles para la Policía Local.
Con ellos será posible elaborar las actas de denuncia de las infracciones que observen por la calle sin necesidad de utilizar el boli y los impresos que actualmente tienen que rellenar. Introduciendo los datos en la aplicación de gestión tributaria que el Consistorio tiene contratada con la empresa alicantina GTT, el proceso se ahorrará el trámite engorroso de tener que volcar las popularmente conocidas como ‘recetas’ al sistema informático y por tanto es previsible que se agilice y mejore.
La concejala de Policía Local, Blanca Carpintero, lo explica como un paso dirigido a la modernización del proceso administrativo, de forma que las denuncias se introducirán directamente a las bases de datos municipales. «Los policías no podrán completar todo el proceso desde los móviles, pero sí iniciarlo», apunta.
Además, gracias a la conectividad que permiten los sistemas digitales, desde estos mismos dispositivos móviles se podrá consultar el estado de expedientes sancionadores y podrán acceder a sus datos en tiempo real. De esta forma, es previsible que si un agente de la autoridad se topa con una obra en la calle, con un edificio en ruinas o con un establecimiento cuya situación parezca sospechosa, podrá comprobar por sí mismo, in situ, si tiene algún asunto pendiente con la administración y, en caso afirmativo, en qué momento se encuentra del procedimiento burocrático.
Carpintero admite que «falta un tiempo» para que estos móviles se pongan en marcha «porque se tienen que elaborar los pliegos» y porque actualmente el Consistorio está valorando cuántos serán necesarios y con qué características. Por su parte, el concejal de Modernización Administrativa, Miguel Balbás, habla incluso de la posibilidad de que los agentes lleven consigo tabletas o una pequeña impresora.
Fuentes de la Policía Local calculan en torno a 50 los teléfonos que serían necesarios. No habría, por tanto, uno para cada agente, sino que deberían utilizarlos dependiendo de los turnos de trabajo en la calle. Y estiman también que el objetivo debe ser tener este sistema en marcha antes de que acabe el año.
Seguridad informática. La seguridad informática será un factor fundamental, tratándose de información tan delicada como los datos de personas, vehículos o negocios y de procedimientos sancionadores. Por eso estas mismas fuentes policiales subrayan que los terminales «tendrán que tener una trazabilidad» y además no podrán ser utilizados más que para uso profesional, nunca personal.
De nuevo Miguel Balbás apunta que, con esta próxima adquisición, el número de dispositivos móviles que gestiona el Ayuntamiento de Burgos crecerá de forma notable. Actualmente el Consistorio tiene distribuidos entre sus más de 1.000 empleados alrededor de 90 celulares, con lo que el próximo contrato de telefonía deberá tener en cuenta el suministro y mantenimiento de este tipo de herramientas digitales que, cada vez más, van resultando indispensables en todos los centros de trabajo.DB
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