El esperado día en que las mascarillas dejan de ser obligatorias al aire libre ha llegado. Ahora bien, hay unas cuantas excepciones y muchas dudas de los ciudadanos, por lo que resultará didáctico saber cómo van a actuar las fuerzas y cuerpos de seguridad en el control de su uso en la ciudad. Para empezar, el alcalde, Daniel de la Rosa, dictó un bando ayer en el que advierte lo que ya se sabía: que en espacios cerrados y en el transporte público será obligatorio llevarla, igual que en lugares abiertos en los que no sea posible mantener una distancia de 1,5 metros respecto a otras personas. En eventos multitudinarios rige esta última norma, si bien los grupos de convivientes no tendrán por qué portarla.
Tanto la Policía Nacional como la Local no bajarán la guardia y controlarán la utilización de la mascarilla en todos los espacios en que sea obligatoria, advierten desde ambos cuerpos. Ahora bien, en los últimos días ha surgido la pregunta de si exigirán a los ciudadanos que porten una -en el bolsillo, en el bolso o en el codo- aun cuando se hallen en un espacio al aire libre y guardando la distancia preceptiva.DB
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