Burgos celebraba una efeméride muy especial. Ese contador que colgaba del balcón del Ayuntamiento de la capital alcanzaba el número cero. Esto indicaba que había llegado el día de conmemorar los 800 años de la colocación de la primera piedra de la Catedral de Burgos.
La organización ha tenido que adaptar el programa de actos a las restricciones para frenar la expansión de la covid-19. El grueso de los actos de la mañana se han celebrado en la plaza del Rey San Fernando. Después de la misa presidida por el arzobispo Mario Iceta en el interior de la seo, reservada a un grupo específico de personas, las autoridades se han unido a la representación de la sociedad civil y militar de la provincia que esperaba en formación y con distancia en la plaza. El acceso a la plaza estaba restringido pero cientos de personas se agolpaban en los accesos para intentar ver algún fragmento del acto.BURGOSCONECTA
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