En California se encuentra el Valle de la Muerte, uno de los lugares más cálidos y secos de la tierra, que este fin de semana ha batido su récord absoluto de calor, con 54,4º. En comparación, Burgos presume de fresco. Concretamente, 20 grados menos, los que marcaba ayer Villafría a las dos de la tarde.
Podía haber sido una jornada de récord pero se nubló el sol, llegó la calima y el viento se divirtió haciendo de las suyas. Dirección nordeste a las 6 de la mañana, sur una hora después, cuando solo hacía 10,6 grados; sudeste a las 8 de la mañana; norte a las 10; oeste a las 11; sudoeste a mediodía y así hasta superar los 50 kilómetros por hora en algunas rachas a la hora de comer. Día entretenido para jugar a ser meteorólogo. Finalmente, el termómetro se quedó en 34,1, a 4 grados del récord en la capital en julio, 38º el día 27 del año pasado.
Mucho más calor se vivió en la Ribera del Duero, donde Aranda rozó los 37 grados -máxima provincial por segundo día- y Coruña del Conde marcó 34,7, según los datos registrados por la Agencia Estatal de Meteorología en su resumen. También sudaron a la hora del vermú en el Arlanza, con 34,4 grados a las 14.20 horas en Villamayor de los Montes, y en Odra-Pisuerga, con 33,5 de máxima en Villadiego. En Miranda de Ebro llegaron a los 34,1 y en Medina de Pomar a los 33,2. Y es que todos los observatorios de la provincia superaron los 30 grados, incluso dos de los que a menudo destacan por sus mínimas, Palacios de la Sierra, con 33,4º y Monterrubio de la Demanda, con 30,2º.
Con este panorama, cada uno buscó sombra donde pudo y a falta de playa disfrutó de las zonas de baño naturales que regala la provincia, como el Arlanza en el Piélago de Covarrubias.DB
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