Agosto es sinónimo de vacaciones. El mes veraniego por excelencia es, sin duda, el preferido por los burgaleses para tomarse unos días de asueto y afrontar con energías renovadas la ‘cuesta’ de septiembre.Desde hace años este periodo, semana arriba semana abajo, lo aprovechaban las fábricas y empresas para colgar el cartel de cerrado.
Sin embargo, esta costumbre ha ido variando en los últimos tiempos hasta prácticamente desaparecer a día de hoy. Aunque bien es cierto que la actividad desciende en los polígonos industriales, las calles siempre mantienen cierto tráfico.«Algunas compañías sí que es cierto que paran, pero no todo el mes, sino una semana para realizar los mantenimientos preventivos», apunta Ramiro Marijuán, secretario de UGT-FICA.
Su homólogo enCCOO, JuanIgnacioRuiz, admite que esas largas vacaciones, en las que las calles de Villalonquéjar o Burgos-Este se quedaban prácticamente desiertas, quedan ya lejos.«La producción no se puede detener como antes.Aunque haya algunas empresas de vacaciones siempre hay demanda», apunta.
A la actividad habitual de las fábricas se unen las obras de ampliación de las instalaciones o el asfaltado que lleva a cabo el Ayuntamiento de Burgos cada año.En Villalonquéjar, por ejemplo, se ha aprovechado julio y agosto para la segunda fase del arreglo de la calle Valle de Mena, mientras que en el de Gamonal se ultiman los preparativos para arrancar los trabajos de mejora del firme de la avenida Alcalde MartínCobos. En cuanto a la ejecución de las inversiones, al pie de López Bravo, arteria principal de Villalonquéjar,Cropu apura la rehabilitación de una antigua nave para instalar nuevas líneas de producción; al igual que Maniplastic, en plena mudanza desde sus antiguas dependencias. No obstante, en la cuarta ampliación del polígono la actividad de máquinas y grúas dista mucho de la que se producía otros años.Apenas hay movimiento en la parcela en la que Alpesa está levantando su nuevo centro de operaciones, enla calle de Los Altos. Al otro lado de la ciudad, en el polígono Burgos-Este, Ferroli continua con la renovación de planchas para la elaboración de elementos para radiadores.
Campofrío
La demanda de productos cárnicos se mantiene estable a lo largo de todo el año, por lo que la llegada del verano no supone un ajuste relevante en lo que a la actividad en las plantas de Campofrío se refiere. Sí que es cierto que, durante la temporada estival, el consumo de productos elaborados puede trasladarse a zonas costeras, como consecuencia del incremento del número de consumidores procedentes del turismo interno o extranjero, pero sin mayor incidencia para las fábricas de Burgos.
Adisseo
Enla planta química aprovecharon mayo para realizar su parada bianual, que en este 2021 se prolongó durante un mes. Es por ello que, con todas las piezas bien engranadas y las máquinas a punto, en verano suelen llegar a producciones récord. La planificación de vacaciones se hace con mucho tiempo y desde junio y hasta septiembre hay un equipo de producción extra, que se compone de miembros de los otros departamentos. Con una rotación más se consigue cubrir las vacaciones del resto de equipos de manera que se continúa el ritmo de trabajo, 24 horas los 365 días.
«Al haber estado un mes parados aún hay demanda acumulada que ha habido que suministrar durante los meses siguientes, incluido agosto», apuntan fuentes de la compañía.
Grupo Cropu
La actividad en las plantas de Cropu no se para, por completo en ningún periodo del año. «Tenemos clientes con sede central en Asia donde la actividad en agosto es la misma que la de cualquier otro mes del año, o en Europa del este o Turquía, donde no es tan frecuente tener paradas largas de verano», explica María José Basconcillos, directora general del Grupo Cropu.
La actividad de mantenimiento se lleva a cabo durante todo el año, donde los preventivos son una práctica constante que tienen la misma presencia en febrero que en agosto. «Creo que es una tendencia imparable, donde quedó en el pasado que los meses de agosto fuesen prácticamente sin actividad. La flexibilidad y adaptación de nuestros calendarios a las necesidades de nuestros clientes y de mercado nos va a seguir exigiendo una distribución constante de actividad durante todos los meses del año», admite Basconcillos.
Kronospan
Desde que el grupo austriacoKronospan adquirió las antiguas instalaciones de Interbon, agosto ha sido un mes igual de hábil que enero, abril o noviembre.Así lo atestigua el trasiego de camiones y empleados que entran y salen de la planta maderera esta semana.«Algunos de nuestros clientes sí que aprovechan para cerrar, pero nosotros seguimos produciendo igual que siempre», expresan desde la fábrica.
Al no ser la demanda igual que en un periodo corriente, Kronospan aprovecha para elaborar stock que dan salida con la reactivación de la economía e industria en septiembre.«Mantenemos los cinco turnos los 365 días al año», sentencian.No obstante, sí que realizan una parada de mantenimiento, que se suele prolongar entre una y dos semanas, aunque no tienen afección alguna a la producción.
Pierre Guerin
«Sin proveedores abiertos nos surgen problemas», lamentan desde Pierre Guerin, en Villalonquéjar IV. La planta burgalesa continua a duras penas con su actividad habitual, aunque esta se ve lastrada por la falta de suministradores de materias primas.
«Es un problema global en toda España.Económicamente no tiene ningún sentido que las fábricas paren en agosto», explican desde la compañía. «Sufrimos más que deseamos que lleguen estas fechas todos los cursos, pero es así y no podemos hacer otra cosa», apuntan.A la carencia de materiales por el cierre de algunas auxiliares se suma, este 2021, el encarecimiento de las mismas y su carencia, derivada de la alta demanda a nivel mundial. «Es un problema de disponibilidad que afecta a todos», indican.DB
Comentarios