El urbanismo ha cambiado considerablemente en los últimos años. Ahora, cualquier intervención intenta tener en cuenta pautas de movilidad sostenible, piensa en el diseño de carriles bici, en generar más espacio para el peatón y menos para el vehículo privado, al que no se le puede echar de las ciudades pero sí limitar su circulación, en una apuesta por medios de transportes menos contaminantes.
Y el Ayuntamiento de Burgos no es ajeno a esta nueva dimensión del urbanismo, de modo que la ciudad sigue avanzando en la peatonalización (total o parcial) de calles para devolvérselas a los ciudadanos. Hasta ocho proyectos tiene en estos momentos en cartera el equipo de Gobierno, cuya intención es poder acometerlos antes de que acabe el presente mandato, en 2023, o al menos dejarlos ya hilvanados.
En el famoso Plan Gamonal, que va mucho más allá de la conversión de la calle Vitoria en una avenida comercial, se incluyen tres de las actuaciones más relevantes. Se trata de las peatonalizaciones o semipeatonalizaciones de las calles Lavaderos, Francisco Grandmontagne y Roma, cuyos proyectos están en fase de redacción, recuerda el concejal de Fomento, Daniel Garabito.
Son intervenciones a corto plazo, insiste, que se acometerán este mandato y que se sumarán a otras actuaciones con perspectiva sostenible, como la propia remodelación de la calle Vitoria (que generará aceras más amplias y carril bici) o la intervención de urbanismo táctico de Derechos Humanos, que generará más plazas de aparcamiento en un barrio con una alta carencia al respecto.BURGOSCONECTA
Comentarios