La última revisión que la OrganizaciónMundial de la Saludha hecho de los límites seguros de contaminación para el bienestar de los ciudadanos deja en una situación muy comprometida los índices de polución en Burgos. La OMS ha disminuido a la mitad los niveles máximos de partículas PM 2,5 y PM 10 aptos para la respiración, mientras que los límites de dióxido de nitrógeno son ahora una cuarta parte de los establecidos hasta hace unas semanas.
Empezando por estos últimos, y según datos medios de las estaciones de control de la calidad del aire de la Junta, en la capital burgalesa se alcanzó en 2020 un promedio de 18 microgramos por metro cúbico. Con la limitación previa, fijada en los 40 µg/m³, el riesgo para los vecinos quedaba lejos, pero con la modificación por parte de la OMS hasta marcar el límite en 10 µg/m³ la situación se vuelve muy grave.
El cambio de límites hacia unos más exigentes, modificación que llega tras estar en vigor los antiguos desde 2006, afecta también a los niveles máximos a los que se puede enfrentar el ser humano de partículas PM 2,5 y PM 10. La exposición a ambas se reduce a la mitad: las pequeñas pasan de un tope de 10 µg/m³ a 5, mientras que las grandes lo hacen de 20 µg/m³ a 10.
Es por ello que la media de 5 µg/m³ registrada en Burgos y los 13 µg/m³ -respectivamente- se encuentran en el límite de lo recomendado.Estos datos corresponden al pasado 2020, por lo que podrían verse alterados por culpa de la pandemia, el confinamiento y las restricciones de movilidad.Tomando como referencia los de 2019 las PM 2,5 anotaron un promedio de 5 -igual que en 2020- mientras que las PM 10 aumentaron hasta los 15 µg/m³, el límite actual según la OMS. «La situación es bastante peor de lo que estimábamos todos previamente. Es un toque de atención muy fuerte, la incidencia de la contaminación en la salud de las personas es mucho mayor de lo que pensábamos», reconoce MiguelÁngel Ceballos, portavoz del departamento de Calidad del Aire de Ecologistas en Acción.
Situación extrema. La asociación verde llevó a cabo a finales del año pasado un estudio para conocer los niveles de contaminación reales en distintos puntos de la ciudad.Para ello colocó 25 medidores que arrojaron datos preocupantes.Por ejemplo, en uno situado a la altura del número 129 de la calle Vitoria se registraron 42 microgramos por metro cúbico de dióxido de nitrógeno.Por aquél entonces el límite de la OMSestaba fijado en los 40 µg/m³, por lo que se tomó esa referencia como extraordinaria.Sin embargo, una vez se ha rebajado el nivel seguro hasta los 10 µg/m³, de repetirse esta medición los ciudadanos se estarían viendo expuestos a unas situaciones de contaminación muy altas.
En los otros 24 medidores los niveles fueron inferiores a lo establecido en ese momento, pero ello no quiere decir que el aire sea limpio del todo, ni que la información que ofrece la Junta en su única estación, situada en la plaza de Lavaderos, sea la mas correcta.Desde Ecologistas enAcción llevan años reclamando que se cambie de ubicación, ya que alegan que en ese enclave los datos que se generan pueden no ser correctos.DB
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