13.45 horas de este lunes. Colegio de las Madres Concepcionistas de Burgos (calle Farmacéutico Obdulio Fernández). Una hilera de coches en doble fila limita la circulación a un solo carril a la hora de recoger a los niños del dentro educativo. Sí, decenas de vehículos mal estacionados aguardan en la calzada a que salgan sus hijos para emprender la recogida a casa.
Hasta que llegan dos agentes de la Policía Local de Burgos. Ya en el coche encienden las luces y advierten, como llevan haciendo varias semanas, de su presencia. Sí, el objetivo que se han marcado los agentes de la Local es acabar con las dobles filas en las puertas de los colegios para «evitar sustos» y accidentes como el que sucedió la semana pasada en Madrid, donde una niña falleció tras ser atropellada.Con la premisa de prevenir antes de lamentar, la Policía Local de Burgos se acerca a la hora de entrada y salida del Maristas, Juan de Vallejo, Jesuitas y Concepcionistas (los centros elegidos para evitar las aglomeraciones) con la única intención de informar. Pero esa labor no está surtiendo todo el efecto esperado. «Nos preguntan si vamos a sancionar, y al decirles que de momento no, siguen con el coche mal aparcado», apunta uno de los agentes en la puerta del centro mientras controla el tráfico.
Y así estarán las próximas dos o tres semanas. Si la acción informativa no termina de cuajar se empezará a sancionar. «Estamos llevando a cabo una labor de concienciación», señala el policía justo después de colocar un cono en los aledaños de un paso de peatones para evitar que un coche estacione en esa posición y liberar un poco más la visibilidad de los que decidan cruzar la calzada.La de dejar despejados los pasos de peatones fue la única batalla ganada por los agentes en la mañana de este lunes, pues el resto de coches continuaron en doble fila durante algo más de 15 minutos, cuando todos los menores salieron del centro. « Hay personas que vienen pronto para poder aparcar el coche en 'una buena posición' en doble fila. Evidentemente hay un problema de aparcamientos porque no todos los coches pueden estacionarse en la puerta principal del colegio», afirman los agentes.
En el otro lado de esta situación se encuentran los padres, que ven un caza de la Policía a estos centros. «Solo se centran en los concertados. No sé por qué no van al Machado, por ejemplo», incidía una madre mientras esperaba a su hijo. «Siempre salimos los mismos centros en los medios de comunicación», añade.
La Policía Local de Burgos inició este curso la labor de concienciación en los centros para evitar la estampa peligrosa de coches en los entornos de los centros educativos. Una labor que se entremezcla con la unidad de educación vial, por el que pasan 16.000 alumnos de la capital al año.burgosconecta.
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