Continúa el lío motivado por las obras de la plaza de Santiago. Es más, lejos de remitir la marejada, parece que sigue incrementándose a pesar de las explicaciones ofrecidas por el equipo de Gobierno y los responsables de la dirección facultativa de las obras, que hoy han ofrecido su versión de los hechos, asegurando en una comisión extraordinaria de la Gerencia de Fomento convocada para tal fin que los trabajos se han llevado a cabo con la máxima diligencia y eficacia.
Así lo ha afirmado minutos después el propio concejal de Fomento, Daniel Garabito, que ha trasladado las palabras de los técnicos encargados de controlar la ejecución de la obra. Básicamente, estos han defendido que el cambio de material planteado para el remate superior de la plaza -en vez de asfalto fundido se usó aglomerado asfáltico- se basó en su momento en cuestiones «técnicas».
Según han asegurado, se trata de una «solución equivalente» e, incluso, más eficaz en este caso, por cuanto que su extensión pudo realizarse con maquinaria en vez de a mano. En este sentido, la dirección facultativa, que tal y como ha insistido Garabito cuenta con «cierta autonomía» a la hora de tomar decisiones una vez iniciadas las obras, ha señalado que cuando se redactó el proyecto había «muchas incertidumbres» en torno a la capacidad de carga del forjado de la plaza. Por eso, inicialmente se planteó la opción del asfalto fundido, que ha de hacerse a mano. No obstante, una vez levantado el antiguo pavimento se constató que el forjado aguantaría el peso de la maquinaria y se optó por el aglomerado asfáltico, que puede extenderse más rápidamente.
Eso sí, en las certificaciones de obra no se ha contemplado ese cambio de material, a pesar de que el finalmente usado es bastante más barato que el previsto inicialmente. Sin embargo, Garabito ha recordado que «la obra está recepcionada, pero no liquidada». Así, habrá que esperar a que llegue la certificación final de los trabajos y se proceda a la liquidación para saber si el cambio de material repercute de alguna manera en el coste final de los trabajos.
Además, los responsables de la dirección facultativa han subrayado de manera tajante que el cambio de material empleado no es el origen de las goteras detectadas desde el primer minuto. De hecho, los técnicos municipales hablan de un problema «puntual» detectado en algunas zonas y ya hay algunas «hipótesis concisas» sobre el origen concreto de las filtraciones.
«Graves irregularidades»
En todo caso, las explicaciones ofrecidas hasta ahora por unos y otros siguen sin convencer al PP, que días atrás denunció «graves irregularidades» en la ejecución de la obra. A este respecto, el viceportavoz de los 'populares' en el Ayuntamiento capitalino, Jorge Berzosa, ha abundado en sus críticas, asegurando que el aglomerado asfáltico no puede considerarse de ningún modo como sustitutivo del asfalto fundido, como así lo ha hecho saber la propia Asociación Nacional de Asfalto Fundido.
A mayores, Berzosa ha señalado directamente a Garabito, a quien ha acusado de practicar «tejemanejes» con al empresa adjudicataria para ocultar las «irregularidades» y de ofrecer «excusas peregrinas», pasando la pelota a los técnicos. Sea como fuere, desde el PP se exige la reparación inmediata de las goteras sin que ello derive de un mayor coste para las arcas municipales.BURGOSCONECTA.
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