Las conductas vandálicas no cesan. Muchas veces lo sufre el casco histórico alto, lugar de reunión de los jóvenes en torno al botellón, donde cada poco hay que lamentar desperfectos en el mobiliario urbano, el patrimonio histórico o la propiedad privada. Esta vez los afectados son losvecinos de Gamonal, donde un par de jóvenes no tuvieron una idea mejor para divertirse que dedicarse a reventar los retrovisores de varios vehículos estacionados en el barrio.
Afortunadamente, en esta ocasión, vecinos de la zona que se percataron de los hechos advirtieron a la Policía Local y los agentes dieron con el paradero de ambos vándalos, investigador por los daños intencionados ocasionados contra la propiedad. DB
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