Los cambios previstos en el aparcamiento disuasorio de las Torres obligarán a buscar otra ubicación para el mercadillo hortofrutícola que se instala allí los miércoles y los sábados. El concejal de Fomento, Daniel Garabito, recuerda que «no es un espacio multiusos» sino para aparcar y con las obras previstas se quiere potenciar todavía más. «Hasta ahora se ha usado para el mercadillo y otras actividades pero ese no es el objetivo; es un aparcamiento», señaló el edil.
El equipo de Gobierno quiere que los vecinos o las personas que acuden a los comercios del barrio se acostumbren a aparcar allí después de las obras previstas, dado que la zona cambiará de aspecto y mejorará la seguridad. «Si la gente aparca y, de repente, un día no puede hacerlo quizás no vuelva. La idea es que haya una serie de propietarios de vehículos que siempre estacionen allí».
Cabe recordar que el mercado de frutas y hortalizas se trasladó a este emplazamiento de manera provisional en marzo de 2018 debido a que las obras de remodelación del estadio de fútbol de El Plantío impedían que se mantuviera allí pero con el paso del tiempo se ha quedado en este emplazamiento aunque la reforma terminó. Al principio los comerciantes no lo veían con buenos ojos al estar más alejado pero luego no solo han logrado mantener la clientela que tenía en El Plantío sino que han ganado otra nueva.
También resulta un sitio más cómodo debido a que al ser más espacioso permite que los vendedores tengan los vehículos al lado de los puestos. Además, durante la pandemia se convirtió en un emplazamiento ideal al poder guardar la distancia de seguridad exigida y diseñar itinerarios de entrada y salida para los compradores.
Lo cierto es que el debate sobre su regreso a El Plantío se abrió en el Pleno de julio a raíz de una propuesta de Vox pero se rechazó. En el actual emplazamiento caben 99 puestos guardando distancias covid mientras que en El Plantío solo entrarían 28. Otro problema para su regreso es que algunos sábados se juegan partidos de fútbol o baloncesto, lo que obligaría a buscar otra ubicación.
Los productores de frutas y verduras en su mayoría prefieren el disuasorio al contar con más espacio, de hecho acaban de renovar la autorización de los puestos por un año. Al no contar con una asociación las conversaciones con el Ayuntamiento se complican.DB
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