Las aguas continúan revueltas en los barrios de Burgos. La polémica que se suscitó en 2019, cuando se cambió el modelo de organización de las fiestas, haciendo que las asociaciones de los barrios tuvieran que asumir la responsabilidad civil y la elaboración de los planes de emergencia, todavía no ha calmado. Y eso que el equipo de Gobierno ha conseguido cerrar un nuevo modelo, mixto como prometió.
A las puertas de 2022 todavía no se cuenta con el contrato general que permitirá al Ayuntamiento contratar, como organizador, verbenas, discomóvil y las actividades de mayores y niños en los barrios para sus respectivas fiestas. Con esta fórmula, recuerda el concejal de Participación Ciudadana, Adolfo Díez, el Consistorio asume la responsabilidad de las fiestas y el plan de emergencias lo elaboran los Bomberos de Burgos.
Al no disponer del contrato, apunta Díez, las fiestas que se vayan teniendo que organizar se realizarán con un contrato menor, barrio a barrio hasta que se cuente con el contrato general, que tiene una partida de 170.000 euros. El modelo, sin embargo, será mixto, tal como quería en un primer momento el PSOE pero que, en 2020, no se puede poner en marcha por falta de tiempo.
Las asociaciones de los barrios, para las que se abrirá una convocatoria de ayudas por valor de 70.000 euros, se encargarán de organizar las actividades más singulares de los barrios. Y con ambas contribuciones saldrán las fiestas de los barrios, asunto que pasa a ser competencia de Participación Ciudadana, a ver si así se desbloquean los problemas que se han ido acumulando en el IMC.
Desconfianza
Desde las asociaciones de barrios hay incertidumbre, desconocimiento y desconfianza. Montse Sánchez, de San Juan Bautista, afirma que nada se les ha dicho por el momento. Que conocen el modelo de 2020 pero que no saben nada de la convocatoria de ayudas para 2022. Además, Sánchez se pregunta qué va a pasar con la hoguera de San Juan, pues es el elemento central de las fiestas del barrio y su organización también supone asumir ciertas responsabilidades.
Y tanto el Consejo de Barrio de Gamonal como el comité de fiesta de San Pedro de la Fuente recuerdan que todavía se les deben las ayudas de 2020 (a ellos y a los otros dos únicos barrios que pudieron celebrar las fiestas antes de que estallase la pandemia, San Julián y San Pedro y San Felices), además de parte de la subvención de 2019. Y que no solo es que el Ayuntamiento les deba el dinero, es que ellos también tienen deudas pendientes a causa de esa deuda municipal.
Ángel Alonso, el presidente del Consejo de Barrio de Gamonal, advierte de que «si no pagan, no hacen las fiestas». Además, desconocen el modelo mixto aprobado por el equipo de Gobierno y no saben nada de las subvenciones, así que difícilmente van a poder organizar unas fiestas que, en años anteriores, han empezado a prepararlas en noviembre. Ahora estamos a finales de diciembre y Las Candelas son el dos de febrero.
«No se puede estar tanto tiempo sin pagar, no hay derecho», insiste Alonso, y recuerda que a ellos les deben 15.000 euros y que, incluso, ha tenido que poner dinero de su propio bolsillo para pagar deudas. Así que en Gamonal quieren que les explique directamente el alcalde qué va a pasar con las fiestas y, visto lo visto, tendrá que organizarlas el Ayuntamiento. De momento, Alonso sí ha solicitado los permisos para el mercado medieval, de los días 11, 12 y 13 de febrero.
Ni un céntimo más
En la misma situación están en San Pedro de la Fuente y Fuentecillas. El presidente del comité de fiestas, Francisco Javier Rodríguez, insiste en que «no se va a poner ni un céntimo hasta que no se reciba el dinero», porque no solo les deben lo de 2020 sino también lo de 2019. Y no se han podido pagar actividades, prestación de servicios o suministros, como la cecina a los carniceros.
«La gente a la que se debe me viene a pedir a mi, porque yo he puesto la cara», explica Rodríguez, que les entiende perfectamente porque él es también uno de los perjudicados. Como carnicero, aportó la carne para el reparto de cecina, pero no la ha cobrado, y el gremio en San Pedro de la Fuente y Fuentecillas no está dispuesto a seguir adelantando dinero, así que todo apunta a que no habrá reparto de cecina en 2022.
Rodríguez tiene muy claro que la culpa de todo la tienen los políticos, todos en el Ayuntamiento. «Unos y otros son una banda», afirma, porque sus enfrentamientos políticos influyen en si se sacan adelante o no las iniciativas municipales. Al barrio les han «mareado», entre políticos y técnicos, pidiendo documentación y justificaciones para que, dos años después, sigan sin haber recibido el dinero comprometido.BURGOS CONECTA.
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