Dos meses después de que el Ayuntamiento recepcionara las obras de remodelación de la plaza Santiago siguen produciéndose al menos cuatro filtraciones en el centro del aparcamiento subterráneo para las que está siendo difícil encontrar una solución, dado que se mantienen tanto si llueve como si no.
La empresa adjudicataria y los técnicos municipales están haciendo un seguimiento diario para ver su evolución, debido a que la obra está en plazo de garantía, pero resulta complicado saber su origen. Son cuatro puntos por los que cae el agua y los propietarios de las plazas han colocado plásticos para evitar que se vierta sobre los coches. Había al menos otros tres puntos con filtraciones pero han ido desapareciendo.
Lo que sí parece estar funcionando, al menos por el momento, es la solución dada a las goteras que tenían su origen en los respiraderos. De los cinco en los que se ha detectado la entrada de agua, tres se han levantado y reparado y ya no cae. Al parecer, la tela asfáltica se rompió al chocar contra la estructura de los respiraderos como consecuencia de la dilatación del hormigón que hay sobre ella. Ahora se ha cambiado la tela asfáltica y reforzado y durante estos días que ha llovido el agua no ha entrado. Los propietarios de las plazas confían en que se solucione el problema, como recoge la sentencia, y valoran la actitud de la adjudicataria en la búsqueda de alternativas.
Tampoco se han reparado las numerosas grietas aparecidas en el remate de la superficie de la plaza a base de aglomerado asfáltico, que desde el equipo de Gobierno defienden que son «estéticas» y «no tienen relación con las filtraciones», un extremo puesto en duda desde la Asociación Nacional de Asfalto Fundido (Asnafu).
El cambio del material previsto en el proyecto, asfalto fundido pulido por aglomerado asfáltico -que es un 30% más barato- generó controversias. El equipo de Gobierno defiende que en todo momento obedeció a criterios técnicos, pero ello no quedó reflejado en la documentación ni en las certificaciones emitidas, lo que motivó las quejas de la oposición.
No obstante, el alcalde encargó «por transparencia y seguridad» la elaboración de un informe que determine si el cambio del material empleado hubiera exigido una modificación del DB
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