«A tope». No hay mejor manera de describir el ambiente registrado durante todo el fin de semana en el Mercado Medieval de Gamonal. Ni un solo puesto vacío y las peñas despachando sin descanso. Y aunque las mascarillas siguen presentes, se nota que la normalidad vuelve poco a poco a un barrio que, de nuevo, se ha unido para vertebrar este proyecto colectivo. «Superando todas las expectativas», la Peña Blusas del Metal se estrenó el viernes en la feria con «muchas ganas de calle y de pinchos». Completamente «desbordados», tanto Laura Sagredo como el resto del equipo son conscientes de que «igual hemos sido muy cautos por la incertidumbre, pero se nos ha ido de las manos».Con ello se refiere a las expectativas fijadas de antemano a la hora de comprar comida. Por concretar, Israel Hernando precisa que se han vendido «200 kilos de careta, 80 de morcilla, 80 de chorizo, 40 de costilla y 300 torreznos de Soria». Los torreznos, advierte Sagredo, han sido todo un éxito porque se ha vuelto un producto «súper popular». A escasos metros, entre fogones y sirviendo bebidas sin parar, la Sociedad Real y Antigua de Gamonal también ha visto colmadas de sobra sus expectativas. «No nos esperábamos tanta gente», reconoce Pilar Hortezuelos, reina de Las Candelas en 2020 con el título aún vigente.
Tal ha sido la respuesta de los burgaleses que «el primer día nos quedamos sin género». Así las cosas, no ha quedado más remedio que ir reponiendo a diario. Y ojo al dato, porque tan solo ayer vendieron «171 kilos de morro, unos 70 de chorizo y 80 de morcilla». Casi nada.
«Gamonal tenía ganas de fiesta», sentencia el presidente de la Real y Antigua, Luis Recio, orgulloso de que el Mercado Medieval haya podido salir adelante dejando atrás la maldita pandemia y los impagos del Ayuntamiento que impidieron celebrar la fiesta de Las Candelas.
Lo mejor, sin lugar a dudas, es que «todas las peñas de Gamonal nos hemos unido». Inclusive, tal y como señala Recio, aquellas que no han podido montar su puesto este año. En la misma línea, Sagredo agradece el respaldo de quienes tienen «el culo pelado» porque «somos una peña novata y ser capaces de organizarnos y de sacar esto adelante ha sido todo un reto».
Veterana en estas lides, Hortezuelos asegura que «cada vez la feria tiene más auge, que es lo que necesita el barrio». Obviamente, tres días sin descanso resulta «agotador», pero sarna con gusta no pica. Recio, por su parte, también realiza un balance muy positivo de la cita. No en vano, le hubiese encantado «tener una verbena» para animar aún más si cabe el cotarro. EL CORREO DE BURGOS.
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