A 28 de febrero, el Servicio Público de Empleo de Castilla y León (ECyL) contabilizó casi 9.947 parados en la ciudad de Burgos. Se trata de una de las cifras más bajas de los últimos años, fruto del desplome que los niveles de desempleo vienen registrando desde principios del 2021. Si comparamos esa cifra con los 11.597 vecinos de la capital en búsqueda activa de un trabajo en el mes anterior a la pandemia, febrero de 2020, el descenso es notable. El 14,3% de los inscritos por aquél entonces ha logrado salir de las listas del ECyL, 1.650 personas menos concretamente, aunque de forma un tanto desigual si hacemos un análisis más pormenorizado por barrios.
Tomando como punto de partida las tres oficinas que el organismo autónomo de la Junta de Castilla y León tiene operativas en estos momentos a lo largo y ancho de la ciudad -situadas en las calles Calzadas, las Infantas (Parralillos) y en Capiscol (calle Real, 7)-, el paro ha caído en mayor proporción en las dos primeras que en la tercera, que da servicio también a los ciudadanos de Gamonal.DB
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