La primavera tocó ayer a su fin. Desde las 11:14 horas, el hemisferio norte entró en verano, una estación que según la Agencia Estatal de Meteorología será más cálida de lo normal y más seca. Pero, ¿cómo ha ido la primavera? Según la Aemet, con datos de su base del aeropuerto de Burgos, las temperaturas han sido 0,5 grados superiores a la media; si el promedio entre 1981 y 2010 era de 9,3 grados, en este 2022 la temperatura ha subido hasta los 9,8, la más baja de Castilla y León.
La estación ha sido de grandes contrastes: arrancó en marzo con unas temperaturas muy bajas, más propias del invierno, que se prolongaron incluso hasta en abril. Sin embargo, en mayo se batió el récord de número de días consecutivos con temperaturas máximas superiores a 25 grados, una docena. En el tramo final, especialmente la histórica ola de calor de junio, se elevó el mercurio hasta superar los 36 grados varias jornadas.
A nivel regional, la temperatura media ha sido de 11,5 grados, uno más que el promedio, con amplias oscilaciones como las de Ávila y Ponferrada (+1,4 grados). Los 0,5 grados de Burgos son, por contra, la menor variación.
Con respecto a las precipitaciones, la base del aeropuerto de Villafría registró entre marzo y mayo 154 litros por metro cuadrado, 4 menos que la media. La primavera, lejos de la impresión que han dejado en las últimas semanas, se considera como «próxima a lo normal» en cuanto a las lluvias.DB
Comentarios