Ayer sí. Tras dos días quedándose a tan solo una décima, la base que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) tiene en el aeropuerto de Villafría registró la temperatura más alta de su historia. Los 39,3 grados que se certificaron a las 16:20 horas baten por cinco décimas la anterior marca de 38,8 que databa del 4 de agosto de 2003.
Por aquél entonces una ola de calor asoló la Península Ibérica y buena parte de Europa. Sin embargo, la que ahora invade ese mismo territorio y ha elevado el mercurio desde el pasado 9 de julio ha batido todos los récords.
Aunque se pronosticó que el pico de este fenómeno en Burgos capital se iba a producir a mediados de la semana pasada, concretamente entre el miércoles y el jueves, finalmente se desplazó hasta el fin de semana posterior y el arranque de la siguiente. El sábado y el domingo la Aemet registró 38,7 grados a las 16:10 y a las 15:30 respectivamente. Esa marca se batió de forma holgada ayer lunes con 39,3 grados. La oscilación térmica, es decir, la diferencia entre el valor máximo y el mínimo en el mismo día, alcanzó los 23,1 grados. El mercurio no cayó de los 16,2 grados que certificó a las 6:30 horas de la madrugada la base de Villafría.DB
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