El verano no empezó de la mejor manera en la Jefatura Provincial de Tráfico. El examinador que venía a cubrir de manera estable una plaza vacante se acogió a la liberación sindical, lo que a efectos prácticos dejaba a Burgos con tal solo cuatro funcionarios para los siempre ajetreados meses estivales. Para amortiguar el golpe se tomaron dos decisiones: abrir en julio y pedir un traslado temporal. La campaña, reconocen desde la patronal de las autoescuelas, se ha «salvado», pero temen que el atasco de las pruebas prácticas llegue a partir de septiembre.
«La evaluación práctica a día de hoy está siendo ágil. Y eso que hay profesores que están cogiendo vacaciones ahora porque en octubre, cuando sus hijos tiene colegio, no pueden hacerlo», explica Ramón Gutiérrez, presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas. Pese a que la liberación sindical del examinador destinado a Burgos podía ocasionar retrasos, lo cierto es que, reconoce, «en lo que llevamos de verano la lista de espera no va a más».
A día de hoy en la provincia de Burgos hay unas 2.000 personas que ya han superado la prueba teórica tanto del carné para turismos como para el de transporte. Un atasco que desde Tráfico siempre han matizado, pues consideran que de esos aspirantes muchos dejan el proceso para ponerse a trabajar, para estudiar o simplemente por falta de recursos económicos. Pero las autoescuelas llevan años reivindicando la recuperación de examinadores -la Jefatura llegó a tener ocho- para poder reducir esa lista.
Desde luego, vaticinan los propios formadores, no va a ser este verano ni mucho menos en otoño, donde temen que incluso el colapso sea mayor. «El funcionario que ha venido de manera temporal termina su contrato en agosto y, casi con total seguridad, se irá a otra provincia. No renovará. Y luego los examinadores que no se hayan cogido las vacaciones por mantener abierto en julio van a tener que hacerlo en septiembre u octubre. Y es ahí cuando podemos tener un problema», expresa Gutiérrez.
La patronal burgalesa hace un balance positivo de la matriculación de alumnos que buscan sacarse el permiso de conducir. El número, señala el presidente, es muy similar al de otros veranos. La pandemia no ha afectado al sector, si bien han detectado que la media de edad es algo superior de un tiempo a esta parte. Hasta hace poco examinarse del carné era un trámite en el que muchos jóvenes de se embarcaban nada más cumplir la mayoría de edad. Sin embargo, parece que no corre tanta prisa. «Las costumbres han cambiado. Puede que no les haga tanta falta, que no sea urgente porque tienen los VMP, utilizan más la bicicleta para desplazarse, etc», apunta. Sea como fuere, lo cierto es que la mayoría de los que se acercan a una autoescuela tienen entre 19 y 20 años.DB
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