Al igual que otros colectivos, el de los taxistas también se ha visto afectado por el alza de los precios, especialmente, de los combustibles y, por ello, ha propuesto al Ayuntamiento de Burgos un aumento ponderado de las tarifas urbanas del 5% que el Servicio Municipal de Transportes y Autobuses Urbanos (Smyt) ha aprobado hoy. Este porcentaje no compensaría la subida del IPC (7,3% en octubre) pero no se quiere no trasladar todo el peso a los usuarios.
La Federación de Taxistas de Castilla y León ha hecho este planteamiento para unificar los precios dentro de la Comunidad aunque la última palabra la tendrán los ayuntamientos y la Junta, que deberán fijar cómo quedan las tablas con las que se cobran los viajes de este servicio público en 2023. En el caso de Burgos, el Servicio de Movilidad y Transporte Urbano se ha reunido hoy para estudiar la propuesta del sector y la ha respaldado. «Son tiempos muy difíciles y complicados para todos y la subida que proponemos es adecuada para poder seguir. Otros años rondaba el 3 o el 4% pero no queremos que toda la subida recaiga en el cliente», explica José María Alegre, presidente de Abutaxi, la asociación mayoritaria en la capital.
No todos los conceptos vinculados con el taxi se encarecen en la misma medida. En el caso de la tarifa 1, la que opera en el municipio de 7 a 23 horas, sube un 4,28% en total pero, por ejemplo, la bajada de bandera pasaría de los 1,80 euros actuales a 1,85 (+2,78%); la percepción mínima de 3,75 euros a 3,90 (+4%); el kilómetro recorrido de 0,99 euros a 1,08 (9,09%) y la hora de parada de 19,75 euros a 20.
En el caso de la tarifa 2 (horario nocturno) de 23 a 7 horas; domingos y festivos de 7 a 23 horas y fiestas locales la subida es del 2,49%. La bajada de bandera pasará de 2,55 a 2,60 (+1,96%); la percepción mínima de 4,90 a 4,95 (+1,02%); el kilómetro recorrido de 1,36 a 1,45 euros; y la hora de parada de 28,70 a 28,80. El suplemento por bulto o maleta en ambos casos pasará de 0,60 a 0,65 euros.
Alegre recuerda que son tarifas inamovibles durante todo el año, al estar sujeta a la Comisión de Precios. «No sabemos las perspectivas de 2023 pero no parecen ser muy halagüeñas», subraya, al tiempo que afirma que la subida de los combustibles y mantenimiento del vehículo, cifrada entre un 30 y un 40%, no se ha visto compensada por el aumento de usuarios que se han recuperado tras la COVID-19.DB
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