La sostenibilidad ha entrado de lleno en los centros educativos como espacios idóneos para avanzar en la concienciación sobre las buenas prácticas medioambientales que después trasladar al ámbito particular o social. No son pocas las actividades que ya se realizan en este sentido a título particular, si bien tres colegios de la capital han querido dar un paso más al involucrares en el movimiento europeo Escuelas libres de plástico, que busca no solo reducir el uso de este material, sino también fomentar su reciclaje y finalmente erradicarlo cuando hay otras alternativas.
La convocatoria de adhesión parte de la Consejería de Educación a través de su participación como socio en un proyecto europeo Erasmus+ que culminará este año. La iniciativa busca promover estrategias de aprendizaje que faciliten la inclusión del alumnado y contribuir al abandono escolar temprano mediante acciones ecológicas a pequeña escala para reemplazar el plástico de forma permanente en los centros y los hogares. Con este fin se han sumado los colegios de la capital Fuentecillas, Francisco de Vitoria y Juan de Vallejo, teniendo en cuenta que estos dos últimos han sido reconocidos este año por la Junta como BITS (bilingües, inclusivos, tecnológicamente seguros y sostenibles).
Con el reto de prestar especial atención a este último campo, la directora del Juan de Vallejo, Beatriz Torres, destaca la importancia del proyecto por cuanto no solo atañe al profesorado, sino por el hecho de que los alumnos se convierten en protagonistas del mismo. Es así como los subdelegados de cuarto, quinto y sexto de Primaria formarán parte del llamado Consejo Medioambiental del centro en representación de sus compañeros (más de 700 escolares) en las reuniones que se mantendrán con otros colegios participantes. Será en estos foros en los que compartirán ideas, propuestas y actividades para eliminar la utilización del plástico en las escuelas, que después darán a conocer y explicarán al resto de estudiantes.
Las primeras ideas para poner en práctica van tomando forma. Torres explica que se han planteado acciones como sustituir los envases o bolsas de plástico del almuerzo por portabocadillos de tela, no llevar a clase botellas de agua de este material sino de cualquier otro reutilizable y eliminarlo por completo cuando lleguen celebraciones como los Carnavales.
En el proyecto participan socios de países como Turquía, Portugal, Lituania, España e Italia, donde recientemente se ha celebrado una reunión entre responsables educativos para compartir experiencias sobre la iniciativa. Porque, además de esas acciones prácticas, Torres destaca la labor de concienciación que se desarrollará en el aula en todas las etapas, donde se expondrán cuestiones como los problemas que se producen con su reciclado debido a que «su biodegradación no es tan real como se piensa».
La iniciativa recoge que las actividades se enmarquen dentro de un modelo pedagógico inclusivo con la participación «activa y consciente» de todo el alumnado.db
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