El descenso de los nacimientos en el principal hospital de la provincia, HUBU, era una cuestión que se venía cronificando en los últimos años. Sin embargo, la pandemia ha supuesto un empeoramiento mayor. Si en 2020 y 2021 se resintió la natalidad, como consecuencia de la crisis sanitaria y la incertidumbre económica, lo cierto es que en 2022 la situación no ha mejorado. Y a la vista los datos, todavía provisionales, de nacimientos en el HUBU.Frente a los 1.635 registrados en 2019, este 2022 el año acababa (cifra del 30 de diciembre) con 1.381 nacimientos. En el hospital Santiago Apóstol, de Miranda de Ebro, se contabilizaron en la misma fecha 202 y en el Santos Reyes, de Aranda de Duero, un total de 298.
Los responsables del área de Ginecología y Obstetricia ya hablaban en 2020 de que el número de partos se había resentido con la pandemia, los nacimientos cayeron a los 1.500. Pero en 2021 fueron 1.444 y en el último ejercicio 1.381, no se llegará a los 1.400 bebés nacidos en el HUBU a falta de concretar los nacidos en el último día del año. Las cifras hablan solas.EL CORREO DE BURGOS.
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