La paciencia de la comunidad de propietarios del aparcamiento situado bajo la plaza Santiago se ha acabado y sus integrantes iniciarán una serie de protestas para exigir al equipo de Gobierno que dé una solución al problema de las goteras tras la fallida remodelación en la que se han invertido cerca de 2 millones de euros.
En la asamblea celebrada el miércoles, a la que acudieron más de un centenar de personas, se acordó llevar a cabo concentraciones en la plaza, aunque todavía no se han cerrado fechas, así como colocar enormes pancartas en los diferentes accesos al estacionamientos para dar a conocer su situación. También tienen previsto buzonear octavillas explicando su problema. «Protestar es la única salida que nos queda después de que nos hayan mentido y tomado el pelo. Dijeron que se solucionarían las goteras que todavía quedan a corto plazo pero vemos que los meses están pasando y el problema va a más. Nos están causando muchos perjuicios», indicó el portavoz de la comunidad de propietarios.
Exigen al concejal de Urbanismo, Daniel Garabito, que les facilite el informe externo encargado al Grupo de Investigación Auscultación, Instrumentación y Control de Estructuras (Ausinco) dependiente de la Universidad de Burgos para determinar el origen de las goteras y si el proyecto y la obra de remodelación de la plaza fueron los correctos. «Tenemos derecho a conocer su contenido. Estamos atados de pies y manos y judicialmente por ahora no podemos hacer nada, dado que el Ayuntamiento está diciendo al juez que está trabajando en la solución», añadió.
El informe externo concluía que tanto el proyecto redactado por la empresa EIC como la ejecución por Construcciones Ortega se realizaron «correctamente», de modo que ninguna de las dos empresas tendrían responsabilidad alguna de las filtraciones de agua que todavía persisten en el aparcamiento ni tampoco de las grietas aparecidas en la superficie. Al parecer, el problema estaría en los movimientos que se producen en los forjados antiguos como consecuencia de las dilataciones y contracciones producidas por los cambios de temperatura. Tampoco el cambio del pavimento de asfalto fundido pulido previsto en el proyecto por aglomerado asfáltico, que se hizo sin modificar el contrato, habría tenido incidencia en las filtraciones.
El Ayuntamiento tiene poco margen para reclamar a las empresas, de modo que el arreglo que tiene un coste entre 80.000 y 100.000 euros deberán asumirlo las arcas municipales. Por el momento, no hay partida presupuestaria para ello, lo que implica esperar a la primera modificación presupuestaria que previsiblemente se aprobará en abril. Los propietarios contratará a un abogado para reclamar judicialmente y exigen que se cierre ya la zanja abierta en la plaza. DB
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